«El consultorio está cerrado, limitan aforo en el bar, ¿y meten a 25 niños en clase?»

«Educación sí, colegios no», gritan las 31 personas que este miércoles por la tarde participaron en la manifestación que, desde la calle Cigüeña hasta la Plaza Mayor, reclamó «libertad para no llevar a los hijos al colegio hasta que no haya medidas de seguridad».

«Están cerrados los consultorios médicos, no podemos entrar en las oficinas de empleo, limitan el aforo en los bares y ahora volvemos a medidas de la fase uno, ¿pero quieren meter a 25 niños en una clase? Los colegios van a ser una bomba, un desastre», dice Esther Ramírez, abuela de tres niñas que van a clase en el Cristóbal Colón. Suyas son las manos que portan una sábana («los niños no son ratas de laboratorio», han escrito con rotulador) con la que se abre una marcha en la que también participan Enrique Duval y Amanda Jiménez, padres de una niña de 11 años que tendría que comenzar sexto de Primaria en el Miguel Hernández.

«No vemos mucha lógica que empiece el colegio cuando están tomando medidas serias para evitar contagios», aseguran, al tiempo que reclaman la «opción de elegir y que pueda hacer clases desde casa, como esta primavera». «Yo vivo con mi madre, que ha superado un cáncer de mama, y tengo tres hijos que van al Narciso Alonso Cortés. No me quiero arriesgar, porque un colegio puede ser un foco de infección muy grande», dice Noemí Borja. Cristina Jiménez, madre de un joven de 13 años que este curso empezará en el Galileo, después de terminar Primaria en el Miguel de Cervantes, reclama la posibilidad de elegir la enseñanza 'on-line'.

Los participantes aseguran que, al menos los primeros días, sus hijos no acudirán a clase. Se arriesgan a que, al no justificar la ausencia, se active el protocolo de absentismo escolar. Si faltan a más del 20% de las clases en un mes, su caso puede terminar en la Fiscalía de Menores. El artículo 226 del Código Penal contempla penas de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses por un delito de abandono de familia. Los manifestantes apelan al artículo 154 del Código Civil:«La patria potestad, como responsabilidad parental, se ejercerá siempre en interés de los hijos». La educación es obligatoria de 6 a 16 años.

La marcha (con escasa participación) estuvo precedida por la mañana por las declaraciones de la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Castilla y León, que apostaron por las clases presenciales, al entender que la educación 'on line' fue en primavera «un fracaso absoluto».

«Se trató de una solución de urgencia porque no quedaba más remedio, pero hemos detectado muchas carencias, para alumnos, profesores y familias», aseguró David Moya, presidente de Confacapal. «La enseñanza a distancia no funciona», indicó, al tiempo que abogó por la educación presencial como un elemento «fundamental e insustituible, un derecho fundamental», informa Efe. «Queremos clases cien por cien presenciales, pero con garantías», añadió Ángela Melero, de la Federación Católica de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Fecampa). Ambas entidades reclamaron el refuerzo de la enfermería escolar en la vuelta a las aulas.