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La calle Duque de la Victoria, cerrada al tráfico. Óscar Blanco
El nivel de ozono baja y permite reabrir el centro de Valladolid al tráfico

El nivel de ozono baja y permite reabrir el centro de Valladolid al tráfico

El descenso de las temperaturas y las restricciones, que incluyeron multas de la Policía Local a quienes se saltaron la prohibición, contribuyen a mejorar la calidad del aire

Antonio G. Encinas

Valladolid

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Viernes, 26 de julio 2019, 20:56

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Podían pasar los coches con distintivo Eco, los eléctricos y los residentes. Y los listillos, claro, que aprovechan que no hay Policía Municipal para tanto acceso y esquivan la valla con la señal de prohibido. Claro que a algunos de esos les salió la argucia por 90 euros. ¿El motivo? «Desobedecer una señal de prohibición». Porque una señal provisional, recuerdan en la Policía Local, tiene el mismo efectos que una señal fija mientras dure en su ubicación. Y de 9 de la mañana a 21 horas estaba prohibido pasar, por ejemplo, por la calle Librería, Duque de la Victoria, Poniente, Cebadería o Angustias. Por esa almendra central que se restringe cuando el ozono supera los límites y amenaza la salud de los ciudadanos. Así que la Policía Local, en algunos controles aleatorios, dispensó receta a los infractores.

Desde ahora, sin embargo, se podrá volver a circular. «Los datos han descendido sensiblemente en el día de hoy, no han superado los valores estbalecidos en el Plan de Emergencia que habían llevado a esta situación», explicaba la edil María Sánchez pasadas las ocho y media de la tarde. «Por tanto se desativa la situación 2 –que implica el corte de tráfico– y no se tomarán medidas en el día de mañana, aunque se seguirá informando a la población», añadió.

Si la temperatura sigue bajando, como auspiciaba la Agencia Estatal de Meteorología, es posible incluso que no se alcancen ni los niveles previstos en situación 1, lo que sería una buena noticia desde el punto de vista de la calidad del aire.

No es que el corte cogiera ayer desprevenido a nadie, a pesar de este vaticinio más positivo.Julio y agosto, por las temperaturas, son proclives a la alta concentración de partículas de ozono. «Llevamos prácticamente todo el mes en el nivel 1 de situación preventiva, informando a la población para que proteja su salud y reduzca el uso del vehículo privado en lo posible. A pesar de ello todos los días hemos alcanzado niveles altos de ozono, que se han intensificado en los últimos días, lo que ha obligado a pasar al nivel 2 del plan de emergencia, que hace necesario tomar medidas», explicaba por la mañana María Sánchez, mientras en el Ayuntamiento se comprobaban una y otra vez los niveles, que se redujeron en parte gracias a las temperaturas y en parte por la menor afluencia de vehículos al centro. También porque empieza a notarse el éxodo estival, por las vacaciones o por la visita al pueblo, que ayer se dejó notar en las carreteras de Castilla y León.

Eso hizo que los aparcamientos disuasorios urbanos tampoco registraran un lleno absoluto. A la una de la tarde, el de la Feria de Valladolid solo había llegado al 52%, por ejemplo. Los más llenos fueron los de Reyes Católicos (95%) y Casa de la India (94%). El de 4 de marzo alcanzó el 67%, igual que el del Paseo del Renacimiento. Y el de la víallegó al 66%. En la zona azul afectada por los cortes se estimó un descenso de la ocupación, respecto a un día normal, del 30%.

No hubo mayores problemas de tráfico, según el concejal de Movilidad, Luis Vélez, que los provocados por aquellos que se saltaron la prohibición y se llevaron multa, o algún despiste porque «ha habido algún problema de información con algún vehículo Eco, porque también pueden acceder, no solo los eléctricos», aclaró.

La cuestión es que durante todo el día se redujeron considerablemente los niveles de ozono en los medidores de Valladolid. José Antonio Otero, médico y concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, explicó durante la presentación de una campaña para usar el casco en bicicleta que «está muy demostrado que las personas afectas de enfermedades pulmonares crónicas se ven muy empeoradas en estas situaciones. Hay una relación directa entre aumento de ingresos hospitalarios de los pacientes bronquíticos crónicos conlos niveles de contaminación, tanto por ozono como por otras partículas».

En el caso de personas sin patologías de este tipo, «se pueden tener molestias banales, que pasan casi inadvertidas, como picor de ojos, molestias en la garganta, que coinciden con estos episodios de contaminación», añadió Otero.

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