La mediana del Hospital Militar vuelve al quirófano para reponer 300 plantas secas

Estos últimos sucumbieron a la sucesión de olas de calor del verano y a un problema de riego por la obstrucción de las tuberías que hizo estragos en el mismo lateral del panel del ochenta metros lineales por tres de alto situado entre los cruces de los paseos de Zorrilla y de Arco de Ladrillo.

Las cintas en miniatura, una variedad de nombre científico 'carex morrowii ice dance' (esto último por su resistencia a helada severas), han sido los ejemplares que peor suerte han tenido en el lateral de la mediana del lado del Hospital Militar. Y allí se afanaban ayer los jardineros para reponer una a una dichas plantas. «Este lateral es el que más está sufriendo y al final es una cuestión de prueba y error hasta descubrir las plantas más resistentes y que mejor se adapten a este tipo de jardín vertical», explicaron.

Esto mismo apuntaron fuentes municipales en septiembre, cuando se sustituyeron la mayoría de las plantas de este mismo lado del panel. «Tendremos que comprobar al final del ciclo completo, que es de más de un año, cuáles son las más resistentes», explicaron entonces.

Las cintas, al menos por este lateral de la mediana, parecen ser las que peor se han adaptado. No así las variedades de lavanda y berberis (una variedad de arbusto), que «están aguantando bien». El crecimiento de los distintos ejemplares, cintas incluidas, sin embargo, es muy diferente por el lateral del jardín vertical que mira a las viviendas. Allí no ha tenido que ser repuesta ni una sola planta e, incluso, los jardineros recortaron ayer el tupido jardín para igualarlas. «Es una cuestión, entendemos, de la incidencia del sol en uno y otro lado», aclararon los expertos.

La mediana vegetal y acústica del paseo del Hospital Militar fue colocada entre los meses de noviembre y febrero (los trabajos concluyeron el día 25 de este último mes), con una inversión de 238.962 euros, en el marco del proyecto europeo Urban GreenUP, con la doble finalidad decorativa y de mitigar los efectos del ruido causado por el paso de los miles de vehículos que a diario pasan por este punto y que generaban un volumen de ruido superior a los 75 decibelios (a partir de los 65 se considera especialmente molesto).

Los paneles cuentan con un soporte metálico revestido por un panel acústico de madera y un jardín vertical con riego automático por goteo destinado a absorber precisamente el ruido. Los laterales forrados de plantas, todas ellas en miniatura para evitar un crecimiento exagerado, forman un tapiz verde sobre los dos laterales que ocupa una superficie vegetal de 272 metros cuadrados.