Las mates, a la primera línea contra la pandemia
Los investigadores piden al Gobierno que facilite el acceso a los datos para poder predecir la evolución de los contagios, la hospitalización y hasta la logística
Cómo no acordarse de las derivadas y sus primas, las integrales. Aquellas cosas indescifrables que sin embargo sirven, y el ejemplo es tan práctico como ... real, para saber cuántos azulejos hacen falta para alicatar un baño y no guardar seis cajas de 'por si acasos'. Matemáticas que en tiempos del Big Data sirven para compartir en la nube infinidad de datos y descubrir qué mutación hace que un cáncer sea hereditario. Matemáticas que hoy pasan a primera línea de trabajo contra el coronavirus.
Alfonso Gordaliza, catedrático de la Universidad de Valladolid, preside el CEMat, que es el Comité Español de Matemáticas. Un organismo que se ha ofrecido al Gobierno para escudriñar datos y que estos días se afana en recopilar estudios que matemáticos de todo el país habían comenzado a hacer y que ahora se someten al escrutinio de la comunidad científica. «Cuando se desató la crisis en toda su crudeza dimos un paso al frente, porque estamos siguiendo el tema cada uno desde su ámbito y sabemos que tenemos mucho que aportar», explica Gordaliza. Y lo justifica: «El abordaje desde las matemáticas y estadística es la única posibilidad de poner un poco de luz».
«Como hay muchos grupos que se dedican a modelos matemáticos para epidemias, o para análisis de datos y colaboran con médicos y bioinvestigadores, somos conscientes de este potencial y valoramos la cantidad de áreas de oportunidad de echar una mano. Les hemos hecho una oferta de una serie de asuntos que están sobre la mesa y donde podemos ayudar», señala Gordaliza.
Coronavirus en Valladolid
La vida son patrones, al fin. Que se lo digan al número pi, que está escondido incluso en las etiquetas de las botellas de vino. Y descifrar los patrones que oculta el coronavirus puede ayudar a combatirlo con más precisión y, sobre todo, más previsión. «Lo más visible son las previsiones de cuándo va a llegar el pico de la pandemia. Pero es una parte. Queremos actuar desde la prudencia. Estamos instando a la gente que tiene modelos a compartirlos para ver por qué salen cosas diferentes y puntos débiles y lograr una síntesis. Para no meter ruido», dice.
Chocan, eso sí, con la carencia de datos homogéneos. «Los datos que se necesitan son esas cifras que publica el Gobierno, cuántos nuevos, hospitalizados, UCI... Algunos los dan, otros no. Mucha gente los estaba tomando a vuela pluma y a instancia nuestra el Carlos III los ha empezado a poner en abierto, pero es un fichero con información muy sucinta, no está segregada por edades y sexos, solo por comunidades autónomas y días».
Y es que, a mayor detalle en los datos, más posibilidades. Y el mejor ejemplo es el que explica qué se podría analizar a partir de los 'microdatos' de los pacientes de una comunidad autónoma, por ejemplo. «Con carácter más local, poder disponer de microdatos, paciente a paciente... Es una información sensible que no se puede distribuir en abierto, pero sí pasarse a profesionales estadísticos con garantías de confidencialidad. Modelaríamos tiempos de recuperación, de permanencia en UCI. Y si se pueden tratar se pueden compartir las conclusiones, porque así se nutren modelos de otras previsiones».
Pero hay más. Y en estos tiempos de carestía de material de protección un ámbito a tener es la logística. «La investigación operativa son modelos matemáticos para la optimización de la distribución de recursos. Tienes un mapa con necesidades y recursos y mediante un modelo matemático puedes ver la manera de asignarlos de manera óptima. Si se complica la cosa y hace falta hacer esto con energía o alimentos...». Matemáticas por todos lados. De hecho, una de las iniciativas del Gobierno es estudiar los movimientos de los ciudadanos a través de lo que registran sus teléfonos móviles. Es lo que se ha utilizado en Corea. «Pero claro, va con una filosofía de vida diferente», admite Gordaliza. «Todo el mundo está monitorizado por el Gobierno, no por Google. Y hay aplicaciones donde estaban localizados todos los contagios y la gente sabía dónde no tenía que ir. Aquí eso es impensable, pero se pueden hacer otras cosas. Estamos pidiendo esos datos de movilidad porque puede valorar el grado de movilidad que queda todavía y correlacionarlo con la evolución de los contagios».
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