Una laica en el Consejo de Gobierno de la Diócesis de Valladolid

Decana de la facultad de Periodismo de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, profesora de lengua y literatura, casada, con dos hijos y catequista orgullosa en Zaratán. Esa es la carta de presentación de Carolina Pascual, una mujer que, a sus 53 años, se enfrenta a una labor tan ilusionante como desconocida. «No he tenido aún ni la primera reunión. Creo que, fundamentalmente, me centraré en el diálogo con las delegaciones que tienen que ver con la parte educativa, como la delegación de laicos, la de familia y vida o catequesis. Seré el vínculo que centre el diálogo entre el consejo y estas delegaciones», afirma.

¿Por qué se toma esta decisión ahora? Carolina Pascual lo explica así: «me parece que Luis Argüello ha tenido mucha valentía y da respuesta real a lo que se viene planteando desde hace mucho tiempo: hablar del papel de la mujer y del laico en la Iglesia, que siempre es recurrente y que en el sínodo ha sido muy importante», señala la nueva miembro del consejo, quien recalca que la figura del arzobispo ha sido clave en esta decisión. «No sé si este paso se podía haber dado con otro arzobispo. Supongo que sí, pero al que le ha tocado de lleno es a él y cree en ello», añade.

El consejo de gobierno es la institución en la que se dirimen los principales asuntos de la Diócesis y se reunirá cada quince días bajo la presidencia del arzobispo de Valladolid. Estará asesorado por el Consejo Presbiteral, el Consejo de Arciprestes, el Consejo Económico y el Consejo Pastoral, que también se reactivará en los próximos meses. Ahora, Carolina Pascual será la única mujer laica en un consejo con siete sacerdotes y cree que será una más. «Estoy segura de que voy a sentirme bien. Las cosas hay que hacerlas con naturalidad y conozco a todos. Con unos tienes más afinidad que con otros porque ha habido más relación, pero estoy convencida de que me voy a estar como en casa», asevera.

Este nombramiento tiene un fuerte componente simbólico, pero no debe ser interpretado como una revolución, sino como una evolución, a tenor de las palabras de la nueva miembro del consejo. «Los principios de la Iglesia van a ser los mismos. Está claro que hay un intento de abrirse a la sociedad, pero los pilares de nuestra fe van a ser los mismos. Eso no puede cambiar», sentencia Pascual, que habla así del papel de la mujer en la institución: «se está revitalizando desde el momento en el que Papa abrió sus ministerios laicales a la mujer el año pasado. Son pasos que están dando a nivel diocesano, nacional y continental porque se ve esta necesidad».

¿Veremos mujeres sacerdotes algún día? Esa es una pregunta que no puede responder Carolina Pascual, pero habla así sobre el tema: «No sé si la mujer será más importante por ser sacerdote. Eso no es lo que más preocupa del papel femenino en la Iglesia. Lo que realmente me importa es que se le tenga en cuenta, que tenga fuerza y su opinión posea un peso relevante, pero esto no debe ser una lucha de poder», incide.

Uno de los aspectos en los que la figura de los laicos puede ser fundamental es en las labores de apoyo a los curas en municipios del medio rural y Carolina Pascual no es ajena a este asunto. «El hecho de querer participar en una parroquia para ayudar donde no hay sacerdotes está muy bien, pero se necesita formación. Tenemos que formarnos y coger responsabilidades. No vamos a poder dar una misa, pero por qué no vamos a hacer una reunión o una celebración de la palabra con personas que estén preparadas para ello. Deberíamos caminar en ese sentido, pero los propios laicos tenemos que creer en ello», concluye.