Juan Carlos Hernández, edil de Recursos Humanos en Valladolid: «Me llevo de vacaciones las ganas de vivir y dejo la soledad del virus»

–¿A qué verano que añora le gustaría volver este verano y no podrá?

–Realmente no añoro épocas pasadas, la nostalgia no suma, hay que vivir el presente. Si aun así tuviera que elegir lo haría a cualquier verano de mi juventud en el que mis padres todavía vivían y las vacaciones eran un período de convivencia familiar muy estrecha con ellos.

–¿Tiene pueblo o le prestan uno?

–Tengo el pueblo de mis padres, Ciudad Rodrigo, en la provincia de Salamanca. Allí reside casi toda mi familia y aunque mucho menos de lo que quisiera, procuro no faltar cada verano aunque sea poco tiempo.

–¿Qué se llevaría a un pueblo vaciado?

–Libros que hacen compañía y herramientas para reparar, cultivar, etc. porque en un pueblo vaciado seguro que hay muchas cosas que arreglar y poner al día. Además intentaría convencer a algunos amigos para que me acompañaran.

–¿Es de los vallisoletanos de Benidorm o de los vallisoletanos de Santander?

–Ni de unos ni de otros, soy de los vallisoletanos que nos escapamos a Asturias de vez en cuando supongo que atraídos por el contraste entre las montañas y el mar, el color verde de la vegetación, la buena sidra y comida y la cercanía a Valladolid.

–¿Qué hay mejor que un amigo con piscina?

–Mejor que un amigo, tenga o no piscina hay pocas cosas. Los amigos no necesitan tener piscina para que merezca la pena compartir el tiempo con ellos… la conversación, un buen vino, algo para picar, un poquito de música y la sombra bastan para un buen plan veraniego, la piscina, si la tienen es un plus pero no algo imprescindible.

–¿De qué se desconfinaría primero, de su pareja, de los hijos o nietos, de la mascota, del trabajo...?

–Del trabajo en vacaciones. Han sido meses duros, con mucha incertidumbre y preocupación, y hay que cargar las pilas para volver con ánimos renovados.

–¿Ha realizado ya todos los planes que se le ocurrieron durante el confinamiento o ha dejado alguno para el verano?

–La mayoría de los planes, aún con limitaciones, los estoy realizando (deporte, reuniones con amigos o familia, viajar, algo de cultura, etc.), otros creo que ya han pasado al olvido por ahora porque esta «nueva normalidad» así lo impone.

–Volver de la playa con la mascarilla en el moreno, ¿es sexy?

–Habría que preguntar a las expertas y expertos en la materia. Supongo que al menos indica que se cumple con las recomendaciones sanitarias por responsabilidad y solidaridad con los demás y eso siempre es de agradecer y resulta atractivo.

–Para sus hijos o nietos querría un verano como el del año...

– Aún no tengo nietos, para mis hijos les deseo que vivan el momento actual y disfruten del mismo, no es ni mejor ni peor que otras épocas, que otros veranos, simplemente es un verano distinto donde seguramente valoremos más las cosas verdaderamente importantes

–¿Y si nos quedamos aquí? ¿Qué nos recomienda hacer o descubrir en Valladolid?

–Un paseo por la orilla del río, una tarde en el Pinar de Antequera, redescubrir el Campo Grande, un vermú en cualquier barrio, una terraza a la sombra por la tarde, un concierto al aire libre o visitar un museo, un paseo por el Valladolid monumental por la noche y cenar tomando tapas... En fin, disfrutar de nuestra ciudad y de sus gentes.

–¿En la bolsa de la playa o la mochila de la montaña, mascarilla, gel de manos y...?

–Ganas de vivir y disfrutar cada momento, un poco de música y el espíritu inquieto y aventurero para descubrir lugares y momentos,.. Y dejaría siempre el virus.

–La pandemia le impedirá hacer este verano...

–La mayoría de las cosas se pueden hacer, pero con las limitaciones que impone la situación sanitaria. Lo que no haremos será bailar en un concierto pegados los unos a los otros mientras cantábamos a gritos alguna canción o amontonarnos en las fiestas y bares.

–¿Es de los que sufre en silencio los incumplimientos de las normas covid o de los que se para y recrimina?

–Creo que en la mayoría de las ocasiones no conviene erigirnos en guardianes de las conductas ajenas pues ya hay quién tiene encomendada esa tarea, salvo cuando no haya otra forma de reconducir la situación y aún en esos casos el diálogo y la buena educación son las mejores armas. En Valladolid somos una sociedad muy responsable y respetuosa y es una ínfima minoría la que no cumple puntualmente con las normas COVID por lo que el ejemplo de los que cumplen es el mejor argumento.

–¿Qué no echará de menos de los últimos cuatro meses?

–Las horas de soledad impuesta, la distancia con los demás, la falta de abrazos y besos y sobre todo nunca echaré de menos las horribles noticias sobre el impacto de la enfermedad.