Ingresa en prisión el asesino de Eli por atracar a punta de cuchillo un salón de belleza de Delicias
Jonatan R. M., que intentó ocultar su identidad tras ser detenido, bajó de su casa el viernes por la tarde y entró en un establecimiento cercano de la calle Padre Manjón para llevarse 5 euros y dos móviles
La empleada del salón de belleza Aurora, ubicado en la calle Padre Manjón del barrio de Delicias, continúa aún con el susto. Hasta el punto ... de que el establecimiento, en la mañana de este lunes, estaba abierto al público, pero cerrado con llave desde el interior. Confirma los hechos que le han dejado un poso psicológico después de que en la tarde del pasado viernes un joven se adentrara en el local y sin mediar palabra le colocara un cuchillo de 23 centímetros a la altura del cuello para robar 5 euros y dos móviles.
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«Me puso el cuchillo en el cuello y me pidió todo. Me gritó que 'no me moviera porque ya había matado a una persona'», rememora la empleada, que accedió a sus pretensiones.
Y en efecto, el presunto atracador en cuestión era Jonatan M. R., de 22 años, quien en el verano de 2018, cuando tenía 15, propinó una paliza a Eli para acabar con su vida en los entornos del centro comercial Vallsur. Fue condenado a internamiento terapéutico y desde entonces no había trascendido nada de su vida pública.
Esa tarde del viernes, Jonatan, tras asaltar el negocio con un escaso botín, subió a su casa, ubicada justo en el portal contiguo al salón de belleza, si bien ese intento de escapatoria fue visto por la propia trabajadora, así como por otro testigo. Ante la gravedad de los hechos, la Policía Nacional se personó en las inmediaciones y tras tirar la puerta, según relata la víctima del atraco, encontraron al sospechoso escondido bajo una manta.
«Me puso el cuchillo en el cuello y me pidió todo. Me gritó que 'no me moviera porque ya había matado a una persona'»
Víctima del atraco
Allí, los agentes encontraron el cuchillo y los teléfonos móviles, aunque según agrega la empleada el suyo aún no lo ha recuperado. «Sé que está allí porque la ubicación me da en ese punto, pero aún no lo tengo. Tendré que llamar a la Policía», continúa en plena jornada laboral.
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Tras ser arrestado en el interior de la vivienda, el atracador fue derivado a dependencias policiales, donde fue identificado. Con anterioridad había dado unos datos falsos, tal vez para intentar eludir una orden de búsqueda y detención que tenía en vigor. Así que finalmente se le detuvo por delitos de robo con violencia, quebrantamiento de medida cautelar y otro de usurpación de identidad.
Tras pasar a disposición judicial, el juez decretó el ingreso en prisión de Jonatan R. M.
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El historial delictivo de Jonatan empezó cuando tenía 13 años. Dos años después, con 15, perpetró el asesinato de Eli, en los entornos del Vallsur. Era menor de edad y fue condenado a seis años de internamiento terapéutico y libertad vigilada de tres años. Una condena que ya habría cumplido y que le devolvió a la libertad, si bien tras el último atraco ha entrado en la cárcel.
La agresión mortal de 2018
Los hechos retornan a la noche del 11 de agosto de 2018. Ese día, el menor de edad se escapó de la casa en la que residía en Puente Duero con destino a una vivienda de unos amigos en los aledaños del centro comercial. Incluso su madre le llamó, aunque no le dijo la ubicación exacta. De madrugada, a eso de las 6:00 horas, puso rumbo a su casa hasta que se encontró con Eli, de 59 años. Tras una breve conversación, bajaron las escaleras que dan acceso al aparcamiento y mantuvieron relaciones sexuales.
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Acto seguido, refleja la sentencia que Jonatan se levantó del peldaño de la escalera donde estaba sentado y se situó a la espalda de Eli. En un momento dado, después de que la víctima buscara algo en su bolso, de «forma sorpresiva, repentina e inesperadamente» el menor saltó sobre la espalda de la víctima, colocando sus piernas prácticamente a la altura de las caderas del otro y en una rapidísima maniobra pasó su brazo por delante de la garganta de la víctima y tirando violentamente hacia atrás lo tiró al suelo. «El menor inmovilizó a Eli ayudándose con su propio cuerpo y sus piernas» mientras mantenía, con intención de provocar su asfixia, una fuerte presión sobre la garganta de la víctima que se prolongó durante unos dos minutos. Detalla la resolución que, en el transcurso de la maniobra de bloqueo y asfixia, la víctima apenas realizó movimiento alguno.
Tras dejarla inconsciente, el adolescente por esas fechas empezó a propinarla golpes hasta que fue alertado por los vigilantes de seguridad del Vallsur. Fue en ese momento cuando cogió el bolso de la víctima y se fue del lugar. Como ha sucedido en esta ocasión, se llevó los dos móviles de Eli y dinero. Finalmente, Jonatan M. R. se entregó en dependencias policiales tras insistirle su madre.
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Por su parte, Eli se mantuvo con vida hasta mediados de septiembre, siempre ingresada en el Río Hortega a la espera de una mejoría que no llegó. Las múltiples heridas fruto de la agresión fueron la causa del fallecimiento. El menor nunca explicó en el juicio el motivo de su reacción violenta, salvo el miedo al adulto, aunque en la grabación aparecía desenvuelto y tranquilo. Por los whatsapp se creyó que el motivo fue el robo.
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