El entorno ya existía desde hace varios años en el Pinar de Antequera. En la calle Acacias, junto a unas pistas deportivas. Un cuadrado en el suelo con un adoquinado de color arcilla, unos bancos en un lateral y rodeado de una zona verde con varios árboles que arrojan sombra en algunas partes. Con ese aspecto permanece, pero este viernes ha cambiado una cosa. Ha estrenado denominación. El espacio ahora se llama plaza Francisco Pino, en homenaje al poeta vallisoletano e hijo predilecto de la ciudad de Valladolid desde el año 2000, quien también residió durante varias décadas en el barrio de las afueras de la ciudad. Así lo constata desde este viernes una placa estrenada en homenaje al poeta, fallecido en 2002.
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