Gestionar mejor los recursos y fomentar la economía circular

Valladolid asume el reto y se suma al desafío de transformación de los espacios urbanos hacia modelos más sostenibles. Con su Agenda Urbana 2030 mira hacia el futuro con los ojos puestos en la gestión regenerativa de los recursos para favorecer la creación de una economía circular.

Pero, ¿qué significa este concepto de economía circular? Hay múltiples definiciones pero todas ellas tienen en común principios que incluyen la eliminación de residuos y la reducción de la contaminación ayudando a mitigar la crisis climática. Por eso a través de la AUVA 2030, el Ayuntamiento de Valladolid recoge cuatro objetivos que ayudarán a convertir a la ciudad del Pisuerga en un lugar más sostenible, atractivo y saludable en el que vivir.

Valladolid busca ser más eficiente energéticamente y ahorrar energía, fomentar el ciclo de los materiales, optimizar y reducir el consumo de agua, y disminuir los residuos y favorecer su reciclaje. Y todo ello será posible gracias a la financiación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y de los fondos Next Generation de la UE.

Estos objetivos que se han empezado a implementar de manera inmediata desde el Área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento y a través de la Agencia Energética Municipal, se enfocan desde tres puntos de vista diferentes. El primero orienta las actuaciones en el medio urbano desde una perspectiva integral de la sostenibilidad, reduciendo su impacto ambiental en todos los órdenes y adaptándolas a los nuevos retos ambientales. El segundo dimensiona la política ambiental como un vector económico y de generación de nuevas oportunidades de empleo, bienestar y salud. Y el tercero favorece la corresponsabilidad, la colaboración y la participación de todas las entidades implicadas: sector público, privado, social y ciudadano.

Por eso la AUVA 2030 nació como un proyecto transformador desde el interior de la ciudad de Valladolid y en medio de la profunda crisis provocada por la pandemia. Esta agenda urbana es fruto de un proceso que concibe un documento participativo y estratégico, sin carácter normativo, que propone el desarrollo de una serie de prioridades estratégicas hacia la sostenibilidad y la resiliencia.

La implementación de la Agenda Urbana de Valladolid 2030 debe llevarse a cabo a través de un Plan de Acción, cuyo impulso puede lograr el éxito y consecución de las prioridades estratégicas y líneas de actuación planteadas. Para establecer el sistema de la AUVA se ha planteado el uso de los indicadores proporcionados en el marco de la Agenda Urbana Española, con el objetivo de simplificar su seguimiento y evaluación. De esta forma, cada indicador va asociado a los 30 objetivos específicos en los que se desarrolla el marco nacional, por lo que el Ayuntamiento de Valladolid y los diferentes agentes implicados en la implementación de la AUVA 2030, cuantificarán el grado de compromiso en relación con cada uno de ellos, a través del Plan de Acción.

Por ejemplo, para hacer de Valladolid una ciudad referente en cuanto a la gestión de los recursos y que ésta favorezca la economía circular, el Ayuntamiento establece que su plan fomente el reciclaje y cuantifique la generación de residuos por habitante. Además, el Ayuntamiento tendrá que contar con un presupuesto invertido en actuaciones que emplean materiales locales y fácilmente reciclables.

Por otro lado, se plantea la optimización y reducción del consumo de agua y su control a través de un indicador cuantitativo que mida el porcentaje de autosuficiencia hídrica. Y también se busca que Valladolid sea más eficiente energéticamente controlando el consumo de energía por la edificación, infraestructuras y servicios públicos.

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