Rita Clara regala un festival que mira al sur con alma de las Delicias

«Bailando la pena, la pena se olvida», dice la bailaora Rita Clara, quien ha acercado hasta la Plaza Mayor su espectáculo 'Flamenco al desnudo', una propuesta con la que se invita a disfrutar a través del baile y de los estilos «más festivos» del género. Sobre el escenario, Rita Clara estuvo acompañada por el bailaor Marcos Rodríguez, las voces de Diego Baeza y Carlos Garnacho, la guitarra de Jesús Rodríguez y la percusión de Alberto Farto. Un corro de vestimenta negra y raíces en el barrio de Delicias donde mandan la guitarra, las palmas y el cajón.

«El flamenco no se puede escuchar, sufrir o disfrutar si no es con los cinco sentidos puestos en él», asegura Rita Clara, nacida en Venta de Baños, pero vallisoletana desde sus primeras semanas de vida. Aquí descubrió una pasión por el flamenco que luego alimentó en Andalucía, con Carmen Amaya y Vicente Escudero como principales fuentes de inspiración. De hecho, los primeros compases de la noche van a él dedicados, con seguidillas y martinetes. Una velada que comienza sobria y contenida para avanzar después hacia estilos más alegres, como ese largo popurrí que enlaza los sones de 'Ali ali o' o 'Achilipú'.

Hay un tercer bloque reservado a las alegrías («una de las cumbres del flamenco»), que se remata con un hermanado cruce con la jota 'Los fanfarrones'. Y después, un festival por bulerías y una despedida por sevillanas. «¿Cuánta gente se ha aficionado al flamenco a través de las sevillanas?», pregunta Rita Clara antes de un adiós regado de olés.

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