Familia reúne en un solo centro de Valladolid la atención temprana, la discapacidad y la dependencia
El nuevo edificio, que asiste cada día a más de un centenar de personas, triplica el espacio del viejo
Pone fin al trasiego por diferentes edificios administrativos y de servicios, ofrece unas instalaciones no solo mucho más amplias sino de mayor confortabilidad, iluminación y ... oferta de recursos. La nueva Unidad de Valoración y Atención a Personas con Discapacidad sustituye ya, en la calle Enseñanza junto a la avenida de Gijón de Valladolid, tras dos años de obras, tres meses menos de lo previsto, al viejo centro base de la Rondilla, abierto en 1991 y al de la calle García Valladolid.
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Cinco veces más grande la parcela y, casi del triple, el edificio, el centro ofrece un diseño amable, de colores cálidos, muy accesible y donde prima la seguridad dado que sus principales usuarios son personas con discapacidad y, sobre todo, muchos niños menores de tres años que precisan una estimulación motora o intelectual o ambas, una atención temprana para lograr su máximo desarrollo posible si padecen algún problema permanente o, incluso, si por ser prematuros u otras circunstancias requieren este tipo de asistencia de logopedia, fisioterapeuta y terapeuta ocupacional para evitar el riesgo y lograr que potencien capacidades hasta poder darles un alta que los equipare a otros niños sin tales carencias.
Atención integral. Integral y transversal, que traspase incluso lo recibido en la unidad y llegue a cada hogar de forma efectiva. Insisten en ello sus responsables.
Más de 33.000 vallisoletanos registrados, valorados, con prestaciones y servicios
Valladolid registra un incremento del número total de personas con discapacidad y ha pasado de 23.039 personas con discapacidad en el año 2000 a 33.097 en 2018; un incremento de más del 43,6%. Estas unidades son la principal puerta de acceso a los servicios y prestaciones para aquellas personas que tienen algún tipo de discapacidad y las de referencia de ámbito provincial tanto para las personas con discapacidad como para sus familiares, asociaciones, profesionales, ya que existe uno de estos centros en cada una de las provincias. Proporcionan una amplia variedad de servicios, como los de información, asesorando a los interesados y familiares sobre los recursos sociales a que pueden acceder las personas con discapacidad, o servicios de orientación sobre apoyos personales, educativos, laborales, de accesibilidad y de ayudas técnicas.
Junto a esto, en estos espacios se realiza la valoración del grado de discapacidad, tanto para el reconocimiento inicial como para la revisión del grado de discapacidad, a partir del estudio individualizado y personalizado de las características físicas, psíquicas y sociales de las personas. En virtud de esta valoración, se emite la Tarjeta Acreditativa de Discapacidad, que permite demostrar de forma ágil y práctica, el grado de discapacidad reconocido para facilitar así el acceso a los servicios que mejoren su calidad de vida y la obtención de los beneficios establecidos por la normativa estatal autonómica y local como el aparcamiento en zona reservada.
Entre los servicios de estos centros se encuentra también el de atención temprana, con todo el conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno con el fin de dar respuesta rápida, con recursos específicos de fisioterapia, psicomotricidad y logopedia.
Las nuevas unidades, que por la la ley de 2017 sustituyen a los centros bases en Castilla y León, buscan mejorar sobre todo la calidad asistencial de estas personas. Para ello, «unifican en un único recurso los distintos servicios de atención a personas con discapacidad que desarrollan las gerencias territoriales de Servicios Sociales como son la información sobre recursos sociales o servicios de orientación sobre apoyos personales, educativos, laborales, de accesibilidad y de ayudas técnicas. Asimismo, incluyen la valoración de la dependencia, evaluación del grado de falta de autonomía, el citado servicio de atención temprana hasta los tres años o, incluso, hasta los seis si no se han escolarizado y lo requieren, solicitud de plaza en recursos sociales y todo el amplio abanico administrativo y práctico de la acción social, según destaca la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.
Las instalaciones, en las que ya trabajan los 28 profesionales, potencian la luz, la intimidad y los grandes espacios
Supone así un ahorro de tiempo para el ciudadano, que no tiene que desplazarse a distintos puntos de la ciudad para las distintas gestiones que necesite realizar. El nuevo centro está ubicado en casi 4.500 metros cuadrados en una parcela cedida por el Ayuntamiento, con más de 2.300 metros cuadrados destinados al edificio y más de 2.000 para aparcamiento, aceras y jardines.
Cada día, 55 niños de menos de seis años reciben estimulación física e intelectual
El edificio se distribuye en planta baja y primera y un semisótano destinado a garaje, vestuarios de personal y cuartos de instalaciones. La actividad de la unidad se desarrolla en dos pabellones articulados por un cuerpo central por el que se accede al inmueble. El ala oeste es la zona para el desarrollo de las valoraciones de discapacidad y en el pabellón este se desarrolla la atención temprana. En la planta baja se ubican dos salas de fisioterapia, cinco para psicomotricidad y tres de logopedia. Todas ellas con sus respectivos espacios para los profesionales, además de un habitáculo para el personal y una sala para atención a las familias. Esta zona cuenta además con una habitación de lactancia, dos destinadas a ludoteca con sus propios baños y un patio de juegos infantiles cubierto, además de otro exterior.
El centro entra esta semana en su pleno rendimiento después de haberse realizado el traslado y tras unos días de incorporación más progresiva de la actividad. Destaca Ángeles Cantalapiedra, gerente e Servicios Sociales de Valladolid, que «el cambio es enorme, no solo en tamaño sino en organización de espacios y recursos. Todo es nuevo, todo el mobiliario, muchos de los juguetes y de las conchonetas y demás recursos para las terapias». La planta primera acoge los despachos para los profesionales de atención temprana y su sala de espera y baños. En la zona central se ubican las dependencias administrativas así como la biblioteca y la sala polivalente.
El edificio, junto al instituto Cristo Rey, sustituye ya al viejo de la Rondilla
El edificio cuenta además con habitaciones para la lactancia o de observación, desde la que el niño no puede ver cómo lo contempla su terapeuta solo, un gran espejo. «Todo el diseño tiene en cuenta que, además del niño que recibe atención, están los padres y con frecuencia hermanos que, por conciliación familiar, precisan de un lugar donde jugar y entretenerse, vigilado, mientras la madre o el padre y el otro pequeño acuden a la terapia», explican la directora, María Ángeles Martín y la jefa del Área de Acción Social, Belén Maderuelo.
El inmueble presume de espacio. Amplitud para el usuario y también para los profesionales, son 48 entre psicólogos, trabajadores sociales y fisioterapeutas, que ya no tienen que compartir despachos y que configura mejor los equipos y la coordinación dado que todos están en el mismo inmueble.
Los colores tienen un peso fundamental en la distribución e indicación de espacios. Las diferentes zonas –en azul, naranja, verde pistacho o morado– están marcadas por esta diferenciación; el braille, presente y las letras indicativas, grandes y llamativas, hay pasamanos por todos los recorridos, puertas con protectores en las partes bajas para evitar que los más pequeños puedan pillarse los dedos en toda la zona de atención temprana y, por supuesto, la máxima accesibilidad en cada rincón del edificio –interior y exterior– desde los ascensores o los cuartos de baño –para adultos y otros adaptados al tamaño infantil– hasta cualquier espacio para la escuela de padres o el interior de un despacho.
Además, destaca la arquitecta responsable del proyecto de la Junta, Cira de Abajo, el inmueble apuesta por el respeto medioambiental, con un uso racional de la energía y dispone de modernos sistemas de telecomunicaciones. «El bajo consumo con suelos radiantes capaces de sostener la temperatura de espacios, luces led que también se adaptan a la mayor o menor luminosidad a lo largo del día, suelos de materiales cálidos que permiten permanecer los 45 minutos de terapia infantil sobre los mismos... y un diseño diáfano, muy limpio de adornos y lleno de orden –algo, explican los responsables, muy adecuados para estos usuarios– de fácil limpieza y mantenimiento, además, y con mucha luz natural».
El acceso a la zona, aunque más alejado del casco urbano que el viejo de la calle Cardenal Torquemada, está bien comunicado, ofrece mucho mejor aparcamiento y autobuses regulares.
Un centro que, cada día, realiza más de una treintena de valoraciones y que recibe –suelen acudir un día a la semana– a 55 menores diarios (se acercan al millar de usuarios infantiles de este servicio concreto), además de los cientos de demandantes de prestaciones de dependencia.
Tres razones para el cambio
La Junta destaca tres factores fundamentales que han llevado a trasladar y a reunir toda esta actividad. El primero de ellos es el de mejorar tanto las condiciones de los usuarios que utilizan las instalaciones del antiguo centro base –espacio que se destinará a ampliar el centro de mayores de la Rondilla– como de las actividades que se realizan en él; ya que eran necesarios espacios que aportaran mayor intimidad y más polivalencia. Hay hasta una sala para recibir a los reclusos de la cárcel y a los policías que los acompaña para sus valoraciones con un acceso discreto e inmediato. En segundo lugar, «la necesidad de este centro deriva tanto del incremento en el volumen de prestaciones y de nuevos servicios como del potencial incremento de usuarios» y, por último, «la implantación de un nuevo modelo en este tipo de centros para dar respuesta a la necesidad de unificar en un solo recurso distintos servicios».
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