Tocado y hundido
«No hay nada más divertido que tocar con amigos»Tocado y Hundido está formado por Tomás Gómez (guitarra y vocalista), Fernando Alonso (bajo), Jorge Saullo (ukelele y coros) y Nacho Isla (batería y cajón)
. El 'buenrollismo' es la filosofía que mueve los engranajes de Tocado y Hundido, una fuerza musical emergente con un nombre que evoca tanto la ... vulnerabilidad como la determinación, Tomás Gómez en guitarra y voces, Fernando Alonso en bajo, Jorge Saullo en ukelele y Nacho Isla en batería y cajón han logrado fusionar una variedad de influencias musicales para crear un sonido refrescante y enérgico. Versionan temas en castellano e inglés y los hacen suyos. Desde el 'No puedo vivir sin ti' de Los Ronaldos hasta el 'No woman no cry'.
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Quieren romper la cuarta pared, esa que separa al artista de su público. Por eso, antes de cada canción, Tomás explica el porqué de cantarla. Entonces, la energía fluye. Pero los Tocado y Hundido no solo versionan. También exploran su faceta más íntima con canciones propias en las que ponen toda su artillería. «Empastamos bien y sabemos ceder. Fernando es rockero. Jorge es más popero y Nacho y yo somos más de la cuerda de Extremoduro, así que intercalamos temas de diferentes estilos para que todos disfrutemos y el público también», cuenta Tomás.
El gusanillo de la música les picó en sus años de instituto. Tomás y Jorge se juntaban en un parque a probar acordes con la guitarra española y el ukelele. El cantante pasó por varios grupos, hasta que su amigo de la infancia le propuso formar uno juntos. Después llegó Fernando que, con su bajo, hizo ganar autenticidad a la banda. Él también había hecho sus pinitos musicales con algunos amigos en Laguna de Duero.
«Una banda requiere de muchas horas de dedicación entre ensayos, montajes, bolos… y si no lo hacía con amigos, prefería no tocar, porque no quería tomármelo como un trabajo. Hay que decir que la música sale cara, que la mayoría de las veces no cubres gastos, pero como lo pasas tan bien, compensa todo», dice Tomás. «Muchos grupos desaparecen precisamente por eso. Hay que llevarse bien para mantenerse. Si no, es imposible», añade Jorge. «Hay gente que para afrontar la crisis de los 40 se compra un descapotable. Nosotros decidimos optar por formar un grupo», completa Fernando.
Estuvieron un tiempo tocando en acústico hasta que hace unos meses se incorporó Nacho con su batería y su cajón, completando este cuarteto. Su secreto para sonar tan bien está en la amistad que les une. «Siendo adolescente, tuve un grupo con mi hermano en Cantabria, pero aparqué la batería hace 20 años. Ellos me animaron a retomarlo. Apenas había ensayado tres veces cuando me llevaron al primer concierto. Fue un subidón», comenta el recién llegado.
Para ellos, tocar y componer es una vía de escape de los problemas del día a día. «Ensayar es un disfrute. Charlas con los amigos, tocas y sacas temas nuevos mientras te tomas algo. No hay nada más divertido. Y lo mejor es que no buscamos bolos. Nos buscan ellos a nosotros, así que tan mal no lo haremos. Compaginar familia, trabajo y la música a veces es complicado, pero la pasión puede con todo», remata Jorge antes de iniciar uno de los ensayos de la banda.
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