Diagnósticos de cáncer de próstata en Valladolid: empeoran la media nacional y mejoran la regional
Este tumor encabeza la incidencia oncológica, seguido del de mama, el colorrectal, el que afecta al pulmón y el de vejiga
Cualquier avance en investigación, ensayos, tratamientos y equipamientos tecnológicos para hacer frente al cáncer es un excelente noticia, pero si se produce en uno de ... los tumores que copan los diagnósticos ese impacto se multiplica. La incorporación en el Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Clínico Universitario de un nuevo tratamiento de radioterapia de alta precisión para el abordaje del cáncer de próstata entra dentro del segundo escenario, porque se trata del tumor que encabeza la incidencia oncológica. Es el más común, pero también uno de los de mejor pronóstico, puesto que su evolución es habitualmente bastante lenta en el tiempo.
El nivel de la proteína PSA en un análisis de sangre es la prueba diagnóstica actual de mayor ayuda para establecer la sospecha de cáncer de próstata
En España se diagnostican anualmente 146 nuevos cánceres de próstata por cada 100.000 varones, cifra que sube en Castilla y León a 183 casos para esa horquilla poblacional. Valladolid sitúa emparedada entre esos dos datos. Con 171 nuevos diagnósticos de este tumor masculino, mejora el dato autonómico, pero empeora el promedio nacional.
Son números que ofrece el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer. A nivel de Castilla y León, solamente Segovia refleja una incidencia más baja, con 167 casos por 100.000 empadronados varones. A partir de ahí, Soria se sitúa en 176; Burgos en 177; Salamanca y Ávila en 187; Palencia en 193; León en 194; y se lleva la palma Zamora, con 219 casos por cada 100.000 varones. Es la provincia con el dato más alto de toda España, seguida de cerca por Orense, Lugo y León.
En las consultas españolas se diagnostican anualmente 597 nuevos casos de cáncer por cada 100.000 habitantes, de los que 146 son de próstata. Les siguen los tumores de mama (145), los colorrectales (85), los de pulmón (65) y los de vejiga (46). Esos datos suben en Castilla y León empujados por el envejecimiento de su población. En la comunidad afloran cada año 733 diagnósticos de nuevo cuño, de los que 183 corresponden a tumores de próstata, seguidos de 159 de mama, 108 colorrectales, 81 de pulmón y 58 de vejiga.
El escenario autonómico mejora algo en Valladolid, que presenta un padrón menos anciano, con un total de 686 diagnósticos nuevos de todo tipo de cánceres por cada 100.000 habitantes, encabezados por 171 de próstata, 156 de mama, 99 colorrectales, 75 de pulmón y 54 de vejiga para esa horquilla de edad.
La edad, la raza, historia familiar
La edad es un factor de riesgo en el caso del cáncer de próstata y eso explica la incidencia en Castilla y León por encima de la media. Solo hace falta echar una ojeada a un padrón, que gana edad cada año. Es un tumor raro en varones menores de 50 años y en el que también se ha determinado un componente racial como factor de riesgo, puesto que es más frecuente en varones de raza negra. A esos dos indicadores, se suma la historia familiar. Los allegados de primer grado (hijos) de un hombre con cáncer de próstata tienen «aproximadamente el doble de riesgo de desarrollar la enfermedad que la población general y se estima que el riesgo es cuatro veces mayor cuando el diagnóstico de cáncer de próstata tiene lugar antes de los 60 años», resalta en su página web la Asociación Española Contra el Cáncer. La obesidad, el tabaco y exposiciones profesionales a elementos como el cadmio pueden incrementar el riesgo o empeorar el pronóstico.
«Mantener un peso saludable, disminuir el consumo de alcohol y suprimir el hábito de fumar, hacer ejercicio y consumir alimentos saludables son las pautas aconsejables para mantener en buenas condiciones la salud de nuestro organismo y minimizar los riesgos de aparición de cáncer de próstata», recomiendan desde la AECC.
Actualmente, la determinación del PSA (proteína producida en la próstata) es la prueba diagnóstica objetiva de mayor ayuda para establecer la sospecha de cáncer en ese órgano. Se comprueba en un análisis de sangre, aunque los valores elevados de PSA por sí solos no son suficiente para hacer un diagnóstico oncológico. La prueba, según indican desde la AECC, debe hacerse siempre con información clara por parte de los especialistas en Urología.
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