Detenido un vecino de La Rondilla por romper 126 limpiapabrisas y retrovisores en cinco meses
El sospechoso, que actuó sin motivo y que fue arrestado por lo mismo en 2019, causó veinte mil euros en daños por toda la ciudad
La broma ronda los 150 euros por coche. Y han sido muchas, más de un centenar, las víctimas de un vecino de La Rondilla, un hombre de 46 años, que en los últimos cinco meses se ha dedicado a romper sin motivo aparente (ya sería difícil que lo tuviera) decenas de limpiaparabrisas y retrovisores de coches estacionados en la vía pública por toda la ciudad, aunque su principal radio de acción fue su propio barrio y los más cercanos de San Nicolás o Huerta del Rey, entre otros. El sospechoso, en cuyo historial solo figuraba un antecedente por un delito menor, fue sorprendido precisamente en su barrio en plena acción en la madrugada del miércoles, cuando fue detenido por los policías nacionales. Los investigadores le atribuyen 126 'roturas' desde principios de año, aunque estiman que pueden ser decenas más las víctimas que no han presentado denuncia por hechos similares.
Todo apunta a que esta oleada de daños voluntarios, y sin sentido aparente, pudo comenzar, de hecho, hace ya tres años. El mismo sospechoso fue identificado entonces, en 2019, por la Policía Local al ser sorprendido rompiendo el limpiaparabrisas de un coche. Fue un hecho aislado. El problema es que ahora los investigadores creen que la presenta oleada, que comenzó el 3 de enero, cuando recibieron la primera denuncia, puede haber afectado a muchas más víctimas.
El sospechoso fue sorprendido cuando causaba daños en dos vehículos en la calle Tirso de Molina
El caso es que a día de hoy, hasta el miércoles, en las comisarías se acumulaban ya 126 denuncias, en su mayoría, por limpiaparabrisas rotos y algunas por espejos retrovisores arrancados. Los agentes llevaban semanas en busca del autor de un reguera de daños, cuya cuantía ronda los veinte mil euros, hasta que la búsqueda dio sus frutos en la madrugada del miércoles (día 15) -los daños eran causados habitualmente en las madrugadas-, cuando una patrulla localizó y siguió al sospechoso, que ya había sido identificado como posible autor, y los agentes vieron 'in situ' cómo reventaba el retrovisor izquierdo de una furgoneta estacionada en la calle Tirso de Molina, en su barrio, La Rondilla.
Los policías fueron a por él y, antes de su llegada, arrancó también en su presencia el limpiaparabrisas de otro coche. Allí, cerca del cruce de Tirso de Molina con Mirabel, fue detenido sin que ofreciera resistencia y sin que ofreciera tampoco explicación alguna sobre los hechos.
Los agentes reconocen que el importe real de los daños causados es imposible de cuantificar dado que pueden ser decenas las víctimas que no han denunciado los daños sufridos en sus vehículos. El sospechoso podría ser investigado ahora por un delito continuado de daños, aunque será difícil poder vincularle con todos los vehículos afectados en los últimos meses. Los elementos rotos de los vehículos (limpiapabrisas y retrovisores) nunca fueron sustraídos. Simplemente eran encontrados arrancados por sus propietarios.