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Un profesor de mates de un instituto vallisoletano ha denunciado en sus redes el acoso al que se ha visto sometido una compañera por utilizar ... problemas matemáticos basados en la temática LGTBI y por los vídeos que muestra en su perfil de TikTok. Un acoso que comenzó con el tuit de uno de los padres del centro, que se vio secundado por numerosas respuestas ofensivas y por interacciones en las propias redes de la docente, según ha contado David Armenteros, el compañero de la profesora, en X y Linkedin. «Este ataque no solo es injusto, sino que también refleja un problema más profundo. Mi compañera decidió utilizar los problemas de Aula LGTB+ en sus clases, y esto ha sido motivo para que la señalen y la ataquen públicamente. ¿El motivo? Su valentía al promover la inclusión y la educación en valores», explicaba.
En las competencias del currículo de Bachillerato de la Junta de Castilla y León hay decenas de referencias al tratamiento de la diversidad. Cultural, sexual o de cualquier índole. Por ejemplo, en los criterios de evaluación de un proyecto científico figuran «asumir responsablemente una función concreta, aplicar estrategias cooperativas, utilizar espacios virtuales para buscar, almacenar y compartir material u organizar tareas». Y todo ello a la vez que se demuestra «respeto hacia la diversidad, la igualdad de género, equidad y empatía» y se favorece «la inclusión». Esta acotación es relevante porque, explica David Armenteros, el acoso a una profesora de su instituto se ha basado en dos aspectos. Uno, el uso de materiales educativos basados en la temática LGTBI. Y dos, su cuenta en TikTok.
Armenteros es el responsable de un canal de Youtube con 14.300 suscriptores en el que enseña matemáticas (matemáticassinmás). Y a la vez es el responsable del diseño de unos materiales que tienen como fin trabajar la inclusión en el aula. Una decisión consciente que tomó cuando se topó, en un centro, con un caso de homofobia padecido por una alumna. «Cuando entré en mi centro actual, avisé en el departamento de que iba a utilizar estos problemas de mates para trabajar la inclusión y el respeto en el aula, y en el departamento me dijeron que de maravilla», cuenta.
Una de sus compañeras ha utilizado esos materiales. Y el pasado día 26 de diciembre se encontró en redes con el tuit de un usuario anónimo, por lo que parece padre de un alumno, que criticaba problemas de mates que cambiaban la compra de manzanas o carretillos de trigo por cálculos con banderas LGTBI. «Adam, Chris y María han adquirido 4.800 banderas LGTBIQ+ para decorar el vecindario durante la celebración del Orgullo. Las banderas compradas por Adam equivalen a un tercio de las de Chris y a un cuarto de las de María. ¿Cuántas banderas LGTBIQ+ compró cada uno?». O este otro: «Ismael y su novio planearon una excursión al lago que se encuentra en la sierra de su provincia. Decidieron conducir hasta cierto punto, lo que representa 12/15 de camino total, y luego continuar a pie el resto del trayecto. Si caminaron 900 metros, ¿cuál es la distancia total que recorren desde el punto de partida hasta llegar al lago?».
El tuit que desencadenó el acoso provenía del usuario de nombre ficticio Hilario Palafox. «Te instalas en un pueblo donde crees que tus hijos crecerán mucho más alejados del mundanal ruido. Eliges uno de los municipios más sobrios de la ya de por sí sobria provincia de Valladolid». Y apostilla, «la tutora de tus hijos:» y muestra, junto al enunciado de tres de esos problemas de temática LGTBI, dos fotos sacadas del canal de TikTok de la profesora.
Eso derivó, primero, en un sinfín de comentarios al tuit, muchos de ellos con anotaciones despectivas hacia la profesora o hacia el colectivo LGTBI. Después, en un ataque directo en las redes sociales de la propia docente. «Mi compañera lo ha puesto en conocimiento a sus abogados y lo que sí se ha conseguido es que ese señor borre el tuit«, explica. El usuario que posteó el primer comentario ha restringido a continuación sus mensajes, después de recibir también numerosas respuestas críticas con su texto. Este periódico ha intentado, sin éxito, contactar con el autor.
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David Armenteros explica que en su aula no ha habido quejas. «Ella sí recibió quejas por utilizar estos problemas. Pero también le han localizado las redes sociales y ya se ha visto el tuit que nos hemos encontrado ayer, en el que se cuestiona su profesionalidad… Los comentarios que había, súper salvajes».
Y aclara que no se está haciendo nada especial, que no figure en el currículo o que se salga de los estándares educativos. «Lo que estamos trabajando son valores, estamos trabajando el respeto, cosas que se han hecho toda la vida», explica. «Cumplimos lo que nos dice la legislación a la hora de trabajar las competencias educativas. Porque recordemos que estamos educando a los estudiantes para que sean ciudadanos».
Armenteros es vicepresidente de la Federación Estatal LGTBI+. Señala que, según sus estudios, «un 25% de los estudiantes se identifican con el colectivo». Y estos jóvenes aún viven situaciones de acoso por su orientación sexual. «He sufrido historias de mis alumnos en primera persona, y esto es horrible, porque tienes alumnos sufriendo, tienes alumnos escondiéndose, ahora mismo para el colectivo LGTBI las aulas son el segundo lugar más inseguro después de las calles», señala Armenteros.
Recalca, además, que en los últimos tiempos en las aulas se ha detectado un aumento de los comportamientos machistas. Algo en cuya prevención ya comenzó a trabajar la Consejería de Educación a las órdenes de Fernando Rey, alertados por los comentarios que les llegaban de los docentes. «Dicen 'es adoctrinamiento'. No, yo estoy educando a tus hijos para que respeten a sus compañeros, ¿qué pasa? ¿Que mi alumna lesbiana tiene que tener miedo en el aula?», explica el profesor.
Por cierto, la respuesta al problema de las banderas LGTBI+ es que Adam compró 600 banderas, Chris 1.800 y María, 2.400. Es un sistema de ecuaciones.
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