Borrar
Los novios, a las puertas del Ayuntamiento, con los invitados de fondo. ALBERTO MINGUEZA

David y Rowena se casan en Valladolid: límite de invitados, mascarillas en la ceremonia

La pareja ha contraído matrimonio este viernes en Valladolid. La familia de la novia tuvo que seguir la ceremonia desde Holanda a través del teléfono móvil

Víctor Vela

Valladolid

Sábado, 13 de junio 2020, 08:56

Suenan los acordes de 'Perfect', Ed Sheeran, en el salón de recepciones del Ayuntamiento y todas las miradas (doce) se dirigen a la puerta, por donde asoman David Pulido y Rowena Kooistra, pareja que este viernes se dio el 'sí quiero', en la pobreza y en la riqueza, en la salud y a pesar de la enfermedad.

El confinamiento provocado por el coronavirus les obligó a aplazar la boda que desde hace más de un año tenían comprometida para el 25 de abril. Decidieron trasladarla al 12 de junio, con la esperanza de que tiempos mejores estaban por llegar. Pero la férrea desescalada les ha impedido juntar a la familia entera, a los amigos con los que querían compartir un momento tan feliz. Ha habido que suspender el banquete y baile previsto en El Bohío. Que posponer el viaje de novios soñado por Irlanda. Que aplazar la reboda que iban a celebrar en Holanda, donde vive la familia de la novia, que, ante la imposibilidad de viajar, siguió la ceremonia a través de una viodellamada de móvil.

«Quiero ver esas sonrisas», les decía Rowena, Rowi, acercándose a la pantalla del teléfono mientras grababa su amiga, una de las poquitas invitadas a la ceremonia, presidida por el alcalde, Óscar Puente. Con mascarillas entre los convidados. Con las sillas separadas al menos dos metros. Sin abrazos de felicitación. Pero con «felicidad, mucho cariño» y el pueden besarse los novios.

Él es profesor de Geografía e Historia en Secundaria. Ella, de idiomas en una academia. Sus vidas se juntaron en el otoño de 2015. Un «deslumbramiento». Él estaba destinado en un instituto de Ponferrada. Ella, peregrina del Camino de Santiago, caminante de mochila y esperanza con la vista puesta en Fisterra. Aquel primer encuentro jacobeo les animó a emprender una ruta en común que «ojalá les lleve hasta los confines de la tierra», como les deseó David, el padre del novio, quien les brindó unas palabras durante la ceremonia. Carmen Sánchez, la madre y testigo, lamentó las ausencias. «La familia de Rowi no ha podido venir. Con las fronteras cerradas, sin aviones, era imposible. Ya estaban los vuelos, los hoteles reservados. Iban a viajar veinte personas y luego, tenían pensado una segunda boda allí en Holanda, donde iríamos otras veinte de aquí, para festejarlo con los amigos y la familia de allí. No sabemos aún cuándo se podrá celebrar eso», cuenta Carmen, quien recuerda que había allegados de Salamanca, Sevilla, de otras partes de España que tampoco han podido asistir al enlace.

Rowena pide a su familia que sonrían, a través de una videoconferencia por el móvil. ALBERTO MINGUEZA

«Cuando vimos la situación, le pregunté a mi hijo:'¿Y cómo vamos entonces, vestidos de boda o solo de domingo?' Yme dijo:'No, no, vamos de boda'. Como al principio estaba prevista para abril, teníamos trajes de primavera. Dijimos:'Qué calor vamos a pasar en junio'. Y al final no han sido altas las temperaturas», cuenta Carmen, con la mascarilla puesta junto al traje de gala y una eterna mirada cariñosa hacia el menor de sus hijos.Sus hermanas, Rocío y Marta, también compartieron la alegría de una boda íntima que siguió con fotos en el Campo Grande y concluyó con cena en El Llantén. «Ya habrá tiempo de celebrarlo a lo grande», comentaban los novios antes del enlace.

Ella, con enorme sonrisa y unos ojos que se empañaron tan solo un momento al pensar en su familia: en la distancia física, «aunque muy cerquita en los corazones». De hecho, fueron constantes los gestos de cariño lanzados a través del móvil para quienes seguían en directo la boda desde Holanda. La desescalada en la vida común de Rowena y David ha sido fulgurante. Este viernes, la boda. Un día antes, firmaron el nuevo piso en el que vivirán en Segovia, donde él ha logrado plaza definitiva en un instituto. Al final, después de que sonara 'When you came into muy life', de Scorpions, al concluir las fotos en las escaleras del Consistorio, tras las felicitaciones, no hubo arroz en la Plaza Mayor, pero sí un grito compartido de 'Viva los novios' como deseo de felicidad para las próximas etapas del camino.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla David y Rowena se casan en Valladolid: límite de invitados, mascarillas en la ceremonia