Crimen de la Circular: advierten del riesgo de fuga si excarcelan a la banda
Tribunales ·
Los cinco ciudadanos búlgaros condenados por el robo frustrado y muerte de María Aguña piden a la Audiencia de Valladolid la libertad provisionalEl fiscal y las acusaciones del caso de la Circular han solicitado este lunes al tribunal de la Audiencia de Valladolid que se mantenga en ... prisión hasta la sentencia definitiva del Tribunal Supremo a los autores del robo fallido en la vivienda de María Aguña, la mujer de 73 años que falleció tras ser golpeada, amordazada y maniatada en el asalto a su propia casa. El ministerio público y los familiares de la víctima han advertido al tribunal del riesgo de fuga porque cinco de los seis condenados son de origen búlgaro. Alegan, además, que no es pertinente la puesta en libertad condicional porque está próxima la resolución del Supremo de los recursos planteados por las partes a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, ya que la fecha de la deliberación y fallo está programada para el próximo día 22 de noviembre. Las acusaciones han puesto el acento en la gravedad de los hechos y de la pena impuesta para que se prolongue la prisión provisional a Rubén Alonso Rocher, Arso Atanasov Iliev, Emil Artinov Minasyanil, Anton Androv Mihaylov, Gabriel Emilov Kamenov y Gabriel Mladenov Krasimirov.
La Fiscalía y las acusaciones piden al tribunal que los reos sigan en prisión preventiva hasta cumplir, respectivamente, cinco años y nueve meses de la condena, que sería la mitad de la pena impuesta por el TSJ. El único de los letrados de la defensa que no se ha opuesto a este alargamiento de la prisión provisional es el del único español condenado por el crimen de la Circular, el 'dentista' Rubén, dado que él cumple condena por otro asunto de robo de coches y tiene pendiente una tercera cuenta con la Justicia, de manera que le conviene computar los años de provisional, han explicado fuentes jurídicas.
Las otras defensas, sin embargo, han argumentado que sus patrocinados, que han sido condenados, cada uno, a once años y medio de cárcel, llevan en prisión provisional casi cuatro años (se cumplen en diciembre) y en enero habrán consumido en el centro penitenciario más de la tercera parte de la pena impuesta. Ello les permitiría acceder a beneficios penitenciarios que no pueden tener si se encuentran en situación de prisión preventiva. Los condenados Arso y Anton fueron los únicos que hicieron uso de su derecho a la última palabra antes de que el tribunal levantara la sesión para alegar su «arraigo familiar» y también apelaron a «poder tener una segunda oportunidad en la vida».
Las acusaciones ven conveniente que los seis sigan en la cárcel hasta que el Supremo dicte en noviembre la sentencia definitiva
La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia de Valladolid, como tribunal sentenciador, emitirá su auto en breve, dado que el caso está pendiente de la resolución de los recursos planteados ante el Supremo por los integrantes de la banda y el presentado por el hijo de la víctima, quien insiste en que cometieron asesinato y no homicidio imprudente y en que los autores integran un grupo criminal, delito del que les exculpó el TSJ. La deliberación y fallo de estos recursos de casación en el Supremo está programada para el día 22 de noviembre.
La Audiencia de Valladolid ya prorrogó en noviembre de 2021, por dos años, la prisión provisional para los seis del crimen de la Circular, que por aquel entonces se hallaban a la espera de sentencia después de conocer el veredicto de culpabilidad emitido por el jurado. La condena inicial fue de diez años para cada uno de los autores pero el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, en junio de 2022, tras revisar el fallo de la Audiencia vallisoletana, elevó las condenas a once años y medio por la tentativa de robo y el homicidio de la septuagenaria como consecuencia del asalto que tres de ellos perpetraron en su domicilio.
Las defensas apelan al arraigo familiar y a que llevan casi cuatro años en prisión preventiva
La Sala de lo Civil y Penal del TSJ estimó parte del recurso de apelación interpuesto por la familia de la víctima y condenó a los seis implicados a un total de once años y medio de cárcel, después de considerar la existencia del delito de detención ilegal. Sin embargo, les absolvió del delito de pertenencia a grupo criminal, por lo que las penas totales se incrementaron en un año y medio de prisión más. La Fiscalía se adhirió en parte al recurso de la familia de la víctima, al considerar que hubo asesinato en la muerte de María Aguña tras el asalto a su vivienda de la plaza Circular en octubre de 2018. La Audiencia de Valladolid había condenado a finales de 2021 a los seis implicados por los delitos de pertenencia a grupo criminal (dos años y seis meses), tentativa de robo en casa habitada (tres años y seis meses) y lesiones en concurso ideal con el delito de homicidio imprudente (cuatro años). Tras la sentencia, la acusación particular presentó un recurso de apelación ante el TSJ, aunque este, finalmente, no consideró el delito de asesinato en su fallo.
También las acusaciones particulares que representan a los hijos de la víctima consideraron demasiado suave la sentencia de la Audiencia de Valladolid y llegaron a solicitar al TSJ que se anulara el juicio con jurado y se convocara de nuevo, lo que no fue estimado por el alto tribunal de Castilla y León. En la apelación al Supremo, el letrado del hijo de María Aguña insiste en que no solo existió la detención ilegal, sino que los acusados integraban un grupo criminal. Por su parte las defensas han solicitado que se absuelva a sus patrocinados del delito de detención ilegal y se reajusten sus penas a la baja.
Un robo fallido que terminó en muerte
Según el relato de hechos probados que consideró el jurado popular y que se recogen en la sentencia, Rubén Alonso conocía al hijo de María Aguña porque era cliente de su clínica dental como lo era su entonces pareja sentimental y que además era amiga de sus cuñadas. El 'dentista' sabía que María Aguña, de 73 años, vivía sola en su vivienda de la Plaza de la Circular y que tenía una caja fuerte en el piso donde guardaba dinero en efectivo y joyas.
Rubén también conocía a otra paciente cuya pareja era Arso Atanasov, quien aceptó participar en el plan ideado por el protésico para apoderarse del dinero y las joyas de la caja fuerte del piso de María cuando ella estuviera dentro, pues sabía que para la apertura de la caja era imprescindible que ella les proporcionara la llave y la combinación de dicha caja. Este contactó con un compatriota búlgaro Emil, a quien le propuso participar y este fue quien se encargó de buscar a personas «que llevaran a cabo la ejecución material del plan que habían concertado para entrar a la vivienda» y apoderarse del botín. El transportista contactó con Anton y los dos Gabrieles, los tres sicarios que asaltaron el piso de María.
El protésico dental decidió que el asalto se llevaría a cabo el 17 de octubre de 2018 y la tarde de la víspera, este, junto a Arso y Emil, estuvieron reunidos en la Circular cerca del edificio donde residía la viuda «con el fin de planificar el acceso al piso. A primera hora del día de autos, Emil se trasladó desde Valladolid en un vehículo propiedad de su suegro a un lugar próximo a Peñafiel y recogió a Anton, con quien regresó a la capital vallisoletana. Esa misma mañana Emil partió de nuevo y recogió a los dos Gabrieles en la zona de Medina de Rioseco para trasladarlos también a Valladolid. Los seis se reunieron en el local de Rubén, quien dio a los tres asaltantes toda la información sobre la señora y la caja fuerte, «en la que había una importante suma de dinero y joyas de gran valor» y los detalles del plan tramado con Arso y Emil y les encargó ejecutarlo.
Con el fin de inmovilizar y amordazar a la propietaria del piso, compraron cinta americana, aunque en las conversaciones mantenidas entre ellos para planificar el asalto, «no se representaron la posibilidad de que María muriese, pese a agredirla, amordazarla, maniatarla y dejarla así en la vivienda». Los tres sicarios se llevaron la caja de cartón y la cinta de embalar y se dirigieron a la Circular en el vehículo que conducía Emil, mientras que Rubén y Arso lo hicieron en el pequeño turismo alquilado por el 'dentista'.
En torno a las 12:53 horas de ese 17 de octubre de 2018, Anton y los dos Gabriel, con la caja de cartón y la cinta americana, entraron en el edificio y consiguieron acceder al piso de María y como no consiguieron que les diera información sobre la llave y la combinación de la caja fuerte, «la golpearon repetidamente, la tiraron al suelo y le ataron las muñecas con la cinta que llevaban» y para evitar que con sus gritos alertara a los vecinos, subieron el volumen del televisor y la amordazaron con varias vueltas de cinta que le rodeaba la cabeza, «tapándole la boca y parte de las fosas nasales».
Antes de que encontraran la caja fuerte que buscaban, sonó el timbre del portero automático y los asaltantes pensaron que alguien podría subir a la vivienda, así que decidieron marcharse a toda prisa sin el botín, en torno a las 13:16 horas. Cuando los tres sicarios salieron, dejaron tumbada en el suelo del pasillo a la mujer, con la cinta rodeándole las muñecas y con grandes dificultades para respirar porque no se la retiraron de boca y nariz. María consiguió soltar una de las manos pero no pudo ni levantarse del suelo ni quitarse la mordaza. Así permaneció hasta que murió, entre las 13:16 y las 19:00 horas.
Como consecuencia de las agresiones, María sufrió lesiones en la cabeza, cara y brazos y hombro izquierdo que no habrían necesitado tratamiento médico, pero sí la hemorragia subaracnoidea, para cuya curación hubiera precisado de una asistencia que nunca recibió.
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