Cazado un vecino que dañó 50 coches en Valladolid al romper el 'limpia' de una patrulla camuflada
El sospechoso confesó los hechos y alegó que los conductores estacionaban en un lugar de una calle de La Rondilla en el que está prohíbido
La presa mordió literalmente el anzuelo que los policías locales le pusieron a primera hora de la mañana estacionando una patrulla camuflada, con las lunas tintadas, en la que dos agentes vigilaban el escenario (sentados en los asientos traseros) en el que decenas de conductores habían sufrido daños en sus vehículos después de dejarlos estacionados a las puertas del número 2 de la calle Siglo de Oro. El autor, en todos los casos, les había roto uno o varios limpiaparabrisas o el espejo o les habían pinchado alguna de sus ruedas. El misterio sobre la autoría de los ataques se resolvió el lunes a las siete. Un hombre se acercó entonces al coche policial, lo rodeó y «arrancó de cuajo» el limpiaparabrisas trasero. Y justo entonces salieron del vehículo los dos agentes. El sospechoso, C. J. S., de 44 años, reconoció inmediatamente no solo los daños causados a la patrulla sino también que llevaba semanas haciéndolo alegando que todos los turismos afectados (se estiman en medio centenar) aparcaban en un lugar en el que, en efecto, hay una señal de prohibido aparcar.
El sospechoso reconoció que lo hacía para evitar que dejaran los vehículos en un tramo peatonal
El hombre, cuyo domicilio no se encuentra siquiera en esa calle (sí dentro del mismo barrio), fue denunciado por los daños ocasionados a la patrulla –la reposición del limpiaparabrisas está valorada en más de cien euros– y está siendo investigado ahora por la Policía Nacional por los daños causados a, al menos, otros nueve vehículos particulares. Esas son las víctimas que han denunciado los hechos o han sido identificadas por los policías, si bien muchos de los afectados no denunciaron lo ocurrido. La cuestión, en cuanto al volumen de víctimas, no es menor si se tiene en cuenta que las fuentes policiales consultadas apuntan a que las víctimas «pueden alcanzar el medio centenar», ya que el agresor «solía actuar a diario e, incluso, varias veces en un solo día».
Al patio de una casa
Las quejas y denuncias de los vecinos del entorno de esta calle de La Rondilla, situada en la esquina con el paseo del Cauce, comenzaron hace dos meses. Los agentes comprobaron que el agresor, que solía actuar a primera hora de la mañana (entre las seis y las ocho), arrancaba alguno de los limpiaparabrisas de los vehículos estacionados en este pequeño tramo peatonal de la calle Siglo de Oro, habitualmente a la altura del número 25, para después arrojarlo al patio de una casa situada a la vuelta de la esquina. Su inquilino reconoció que había encontrado allí 'limpias' e, incluso, retrovisores. Y es que el autor, en el caso de que los conductores no hubieran retirado sus coches después de romperles un limpiaparabrisas, regresaba para arrancar otros 'limpias, romperles el retrovisor y, en algún caso, pincharles las ruedas.
Así que los policías decidieron el lunes aparcar en el escenario de los ataques y apostarse en los asientes traseros ocultos por las lunas tintadas. Apenas tuvieron que esperar media hora, cuando apareció el sospechoso y rompió el limpiaparabrisas de la patrulla camuflada. Al ser cazado, el hombre reconoció que llevaba tiempo haciéndolo. Caso cerrado.