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La llegada del 2025 ha traído consigo un aumento en el precio del pan, alimento básico en la dieta de los vallisoletanos. Este incremento, que ... responde a la subida del IVA del 2% al 4% para productos de primera necesidad, es solo un ejemplo de los numerosos ajustes fiscales que afectan a la cesta de la compra. El pan, junto con otros alimentos como la leche, los huevos, el queso, las frutas, las verduras y las legumbres, había sido beneficiario de una rebaja temporal del IVA al 0% en el 2023, una medida que implementó el Gobierno para tratar de paliar el impacto de la inflación desatada tras la guerra en Ucrania.
La rebaja se mantuvo hasta finales de 2024, momento en el que el impuesto pasó al 2%. Sin embargo, con la llegada de 2025, el IVA ha vuelto a incrementarse al 4%, poniendo fin a las ayudas fiscales temporales. Otros productos como las pastas y los aceites de semillas han visto como su IVA aumentaba del 7,5 al 10%.
Sin embargo, la subida del IVA no es el único factor que afecta al precio del pan. También está el incremento del coste de otros insumos, como el trigo y la energía, que juegan un papel clave en el encarecimiento del producto final. Durante los últimos años, el precio del trigo ha experimentado alzas significativas.
A esto se suma el aumento en los costes energéticos, que afecta tanto a la producción como al transporte, y la luz, que este 1 de enero ha vuelto a soportar un IVA del 21%, lo que supondrá un incremento de hasta 118 euros anuales (para un hogar medio). También las tasas municipales, como la recogida de basuras han experimentado subidas más que significativas que supondrán un impacto significativo para las familias, especialmente para las más vulnerables, que son las que dedican una proporción mayor de sus ingresos a la compra de alimentos básicos.
Miguel Ángel Santos
Secretario general de la Federación de Panaderos de Castilla y León
Miguel Ángel Santos, secretario general de la Federación de Panaderos de Castilla y León y director de la Marca de Garantía 'Pan de Valladolid', recalca que «los panaderos no han subido los precios de manera arbitraria; lo que ha aumentado es el IVA porque es obligatorio». Santos reuerda también que el incremento afecta principalmente a la barra de pan básica.
«Las especialidades como el pan de molde, la torta de aceite o aquellos que llevan ingredientes adicionales, como cereales o leche (panes de molde), también se han visto afectadas, pero ya estaban sujetas a un IVA diferente por su mayor valor añadido», explica Santos. Sin embargo, en productos como la barra de riche, la de picos, el pan candeal, la Fabiola el aumento es mínimo, puede equivaler a un céntimo o céntimo y medio por unidad».
En cuanto a los clientes, Santos admite que aún es pronto para medir el impacto. «Estamos empezando enero y apenas ha dado tiempo a ver las reacciones de los compradores, pero previsiblemente serán similares a las que han tenido con otros alimentos cuyo IVA también ha subido, como las pastas o los aceites». También destaca que el pan, al ser un producto con un bajo valor añadido, refleja la subida del IVA de forma menos evidente que otros bienes de consumo.
En el barrio de Villa del Prado, Arturo Martín, propietario de la tahona La Hacienda del Pan ha tomado la decisión de no repercutir la reciente subida del IVA a sus clientes, ya que considera que «el cliente no tiene por qué estar pagando continuamente estos incrementos». Por eso, su intención es absorber el impacto de estas subidas y mantener los precios como están, «al menos hasta que pueda», explica este panadero con 7 años de experiencia en el sector.
Según explica, el precio de insumos esenciales para él, ha aumentado considerablemente. Así, por ejemplo, la harina ha visto un incremento del 47-48% desde el 2023, los huevos del 65%, el azúcar del 53% y el cartonaje del 65%. A pesas de estos aumentos, esta panadería apuesta por proteger el bolsillo de sus clientes. «La luz está algo más estable ahora, pero aun así también hemos visto un incremento del 15% en el último año», detalla Martín.
En La Hacienda del Pan el precio de su barra de pan sigue siendo de 1,10 euros, como en el 2023. «No creemos que sea justo para el cliente repercutir estas subidas. Hacemos lo posible para que nuestro trabajo no sea una carga para ellos,» añade Martín, quien lidera un equipo de 14 personas. «Yo trabajaba en una empresa familiar de excavaciones y movimientos de tierra en Madrid cuando la crisis de 2008 me obligó a replantearme mi vida. Dejé todo para venirme a Valladolid a estudiar cocina. Fue entonces cuando descubrí la panadería, que acabó enganchándome», añade Martín, quien está dispuesto a transformar el sector.
«Queremos crear una panadería diferente. Intento dar un buen salario y horario y busco que el ambiente sea el mejor para que nuestros empleados puedan plantearse un futuro estable trabajando con nosotros. La panadería no es sólo un negocio, es el motor que alimenta a mi familia y también a las familias de mis compañeros. Queremos que cada día se viva mejor y sea más fácil para todos los que formamos parte de esta empresa. Y todo, a pesar de la subida de precios», reflexiona.
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