Los antidisturbios expulsan de Valladolid a 50 aficionados del Sporting por enfrentarse a hinchas locales
Los ultras de Gijón, a los que intervinieron puños americanos, se enfrentan a multas de 1.500 euros por los incidentes ocurridos antes del partido
Los hechos han ocurrido a media mañana de este domingo, en los prolegómenos del partido entre el Real Valladolid y el Sporting de Gijón, un ... partido declarado de alto riesgo, y han acabado con la inusual expulsión de la capital, y es literal, de un nutrido grupo de aficionados de la 'mareona' por protagonizar un enfrentamiento verbal con hinchas locales. Y la cosa no llegó a más fruto de la intervención de los antidisturbios que seguían a los aficionados del equipo visitante.
El encontronazo ha tenido lugar a las diez y media de la mañana en Huerta del Rey, cerca del lugar al que instantes antes había llegado el autobús del equipo gijonés (estacionado en la calle Mieses junto al NH Bálago). Allí un grupo de ultras del Sporting, vestidos de riguroso negro, se ha topado con hinchas del Real Valladolid.
Y acto seguido ha comenzado una trifulca verbal en la que no se ha llegado a las manos gracias a la rápida intervención de los antidisturbios de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional, cuyos agentes han mediado mientras separaban a los implicados en la 'pelea'. De un lado había medio centenar de ultras visitantes y del otro un grupo similar de aficionados locales.
El resto de aficionados, por centenares, se concentraron en Parquesol y dejaron un manto de restos de botellón antes de ser escoltados hacia el estadio
Todos ellos, de los dos bandos, han sido identificados y cacheados por los agentes después de ser llevados a la plaza del Milenio. A los visitantes, entre otras cosas, se les han intervenido puños americanos, protectores bucales y sprays de pimienta para después incautarles las entradas para acudir al estadio José Zorrilla con la prohibición expresa de acercarse por sus inmediaciones. Y no solo eso. Los propios antidisturbios han 'embolsado' al grupo gijonés y les han escoltado hacia sus vehículos y las estaciones para ser expulsados de la ciudad -lo han hecho de manera voluntario-. Y han comprobado después que todos ellos han abandonado la ciudad.
Lo ocurrido en Huerta del Rey ha motivado un amplio despliegue policial en torno a los dos grupos implicados. A los visitantes, a todos ellos, se les ha propuesto para ser sancionados por una infracción, en principio leve, recogida en la Ley del Deporte, que conlleva habitualmente sanciones de 1.500 euros (por cabeza), si bien la horquilla oscila entre los 150 y los 3.000. Eso por la trifulca. A aquellos implicados a los que se les intervinieron armas ilegales (y los puños americanos y los gases de pimienta lo son) podrían enfrentarse a una segunda sanción administrativa por llevarlas.
Los aficionados locales, por su parte, simplemente han sido identificados sin que hayan sido propuestos para sanción alguna. Tampoco se les ha retirado las entradas, según han confirmado fuentes policiales.
Pero la intervención policial no ha acabado ahí. Al resto de aficionados gijoneses, llegados en masa a la ciudad este domingo, también se les ha embolsado -término policial que alude al agrupamiento de las personas para ser escoltadas a algún lugar- para ser trasladados al punto habitual de encuentro de las aficiones visitantes, como es la plaza Marcos Fernández de Parquesol.
Y allí, al igual que ha ocurrido en ocasiones anteriores, se ha organizado un concurrido botellón, protagonizado por cientos de aficionados no implicados en la pelea, que ha dejado un reguero de porquería (bolsas, botellas, vasos...) cuando todos ellos han sido escoltados, por policías locales y nacionales, camino del cercano estadio José Zorrilla antes del inicio del partido a las cuatro y cuarto de la tarde.
En el caso de Parquesol no ha habido incidentes reseñables durante la estancia de los 'sportinguistas', si bien su elevado numero ha llevado a los agentes locales a cortar al tráfico la calle Manuel Silvela, en el tramo que discurre por el lateral de la plaza.
Al filo de las tres y media de la tarde, y en medio de un ambiente festivo, los aficionados visitantes han sido escoltados por las calles del barrio rumbo al campo de fútbol. Detrás han dejado un manto de restos de botellón, incluidos baldes con agua y hielo repleto de botellas vacías de sidra.
Cabe recordar, en cuanto a beber en la vía pública, que se trata de una práctica prohibida en la ciudad, considerada como infracción leve en la ordenanza de protección del medio urbano y que acarrea sanciones que oscilan entre los 30 (las más habituales) y los 600 euros.
En este caso no consta que haya habido multas en este sentido y tampoco que se hayan producido incidentes con posterioridad a la trifulca que motivó la expulsión de la ciudad de medio centenar de ultras gijoneses. No ha habido, por fortuna, heridos. Y tampoco detenidos.
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