El acusado de dejar a otro sin olfato en una pelea: «Nos pegamos mutuamente»
«Objetivamente la pérdida de ese sentido no ha podido ser constatada, pero es compatible con el golpe», recalcan las forenses
Era tan vital la declaración de las forenses, que el presidente del tribunal ha solicitado a las dos doctoras que se acercaran hasta la Audiencia ... Provincial y dejaran la videoconferencia. El debate, de gran importancia, era acreditar esa pérdida del sentido del olfato después de que Rubén López recibiera un golpe en la cabeza de Óscar Montero el 5 de octubre de 2021. Y las doctoras, además de ratificarse en su informe, resaltaron que esa agresión es «compatible» con que Rubén, desde entonces, sufriera anosmia (pérdida del olfato), si bien puntualizaron que «objetivamente no ha podido ser constatada» con las pruebas practicadas.
Los hechos tuvieron lugar hace cuatro años en Medina de Rioseco, cuando Óscar Morales, que se enfrenta a una pena de ocho años de prisión por parte de la Fiscalía (la acusación particular solicita nueve), bajó de su casa para recriminar al cliente de un bar cercano que le debía dinero. En esa conversación para unos y trifulca para otros intervino la víctima. Es ahí, recoge el Ministerio Público, cuando el acusado tiró al suelo a Rubén López para propinarle golpes. Situación desmentida por el presunto agresor, que ha incidido en que fue una pelea mutua. «Me rozó un puñetazo y luego nos enzarzamos. Yo le di y él me dio», ha agregado el acusado, que también denunció a Rubén por un delito de lesiones leves al «recibir patadas en las piernas».
Por su parte, Rubén López ha detallado que se acercó a los dos implicados para «disuadir» ese conato de enfrentamiento. «Nunca intenté agredir a Óscar. Me dio un puñetazo y me caí al suelo. Luego lo que hice fue protegerme la cabeza con los brazos hasta que le separaron. No golpeé a nadie», ha rememorado la víctima, que ha negado que él dijera que «iba a vivir a partir de ahora de Óscar».
Tras ser separados, se personó la Guardia Civil de la localidad, con apoyo de la de Villalón. Llegaron cuando no había enfrentamiento y se toparon con un Rubén López ensangrentado. «Nosotros no vimos la pelea. Rubén nos dijo que se había metido a separar y Óscar ya estaba en su domicilio. No nos percatamos si llevaba botas con puntas de hierro», han declarado los dos agentes sobre una posible agresión con ese tipo de calzado.
Tras los hechos, los dos implicados se denunciaron mutuamente, si bien la defensa de Óscar pide 700 euros por un delito leve de lesiones.
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