Marzo anota un registro histórico de calor en Valladolid

La operación de los últimos días de ponerse capas de abrigo por la mañana, cuando el mercurio apenas supera los tres grados, para írselas quitando a medida que avanza el día volverá a repetirse hoy y mañana en el marco del atípico veranillo en el que está inmerso el conjunto del territorio nacional y que ayer, a las cuatro y veinte de la tarde, dejó un pico histórico de 25,3 grados en la capital vallisoletana. Nunca antes se había superado el umbral de los veinticinco grados en un mes de marzo, cuyo inicio cabe recordar que aún pertenece al invierno, y el registro forma parte ya de los anales meteorológicos como la máxima más alta alcanzada desde que existen datos. Y los oficiales de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se remontan a 1920.

El responsable de esta situación es un potente anticiclón que está bloqueando, por ahora, la entrada de frentes procedentes del Atlántico, uno de los cuales conseguirá irrumpir en la península el domingo y devolverá progresivamente las temperaturas a sus guarismos habituales para la estación, el invierno, en la que continuamos hasta la llegada de la primavera el próximo día 20, a las 11:28 horas para ser exactos.

Pero por ahora toca disfrutar del buen tiempo, sobre todo, durante las horas centrales del día, cuando se olvida rápidamente amaneceres invernales como el de ayer, con una mínima de 3,7 grados alcanzada a las 7:50 horas. Nada menos que 21,6 grados una diferencia térmica poco habitual subió el mercurio hasta llegar al pico histórico de los 25,3 a las 16:20. Hay que remontarse al 21 de marzo de 1990 para encontrar un registro similar, de 25 grados raspados, la máxima rota ayer en la capital vallisoletana para un mes de marzo.

El calor, que viene a sumarse a un invierno mucho más seco de lo normal en lo que va de mes solo se han recogido 2,2 litros por metros cuadrado, está detrás del reguero de incendios de maleza que vienen sofocando los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios desde comienzos de semana. Mas de una decena de fuegos han apagado solo en la capital, además de una cifra similar en los pueblos que la rodean, desde el pasado lunes. La mayoría, siete, tuvieron lugar solo el miércoles. «Han sido incendios de hierbas secas sin muchas consecuencias», aclaran fuentes de los Bomberos. Lo infrecuente es que se produzcan en invierno, aún al borde de una primavera que ya anticipa el prematuro florecimiento de almendros y prunus en los parques del casco urbano.

Pero tampoco es habitual que el mercurio supere los veinticinco grados en marzo, un registro más propio de finales de mayo, y así ocurrió ayer y, con toda probabilidad, volverá a suceder hoy. Un mes traidor este, como bien dice el refrán, en el que tan pronto se registran mínimas de -10,2 grados (20 de marzo de 1975) como se alcanzan los 25,3 (9 de marzo de 2017). El tiempo está loco. ¿O no?