El ladrón que aseguraba ser descendiente de Gengis Khan

El sospechoso de desvalijar el 13 de octubre dos perfumerías situadas a escasos doscientos metros la una de la otra en el Paseo de Zorrilla, en torno a la calle Juan de Juni, regresó el pasado lunes por la mañana al escenario del hurto y fue reconocido de inmediato por una de las dependientas, que avisó, claro, a la Policía Nacional. Los agentes le localizaron y detuvieron instantes después ya en la calle y, al margen de llevar encima un bolso forrado con papel de aluminio en su interior para evitar las alarmas, se identificó como Batdorj-in Baasanjab, un nombre que, en principio, no les dijo nada, pero que poco después comprobaron que se correspondía con un conocido actor mongol, muy popular tanto en su país como en la vecina China por ser descendiente de Gengis Khan, nada menos, y haber interpretado a su ancestro en una serie televisiva.

El sospechoso nada tenía que ver en realidad con el actor mongol y los policías enseguida descubrieron que su documentación era falsa. El detenido, de hecho, es chino de nacimiento, tiene 47 años el verdadero Batdorj-in Baasanjab tiene 62 y se encuentra en situación irregular en el país. Su sorprendente falsa identidad, que viene a ser como si un español presentara en China un DNIfalso a nombre de Antonio Banderas, le sirvió de poco a la hora de evitar su detención, por un lado, acusado de un delito grave de hurto y, por otro, la apertura de un expediente de expulsión de España.

Los investigadores creen que el falso descendiente de Gengis Khan cometió los hurtos en sendas perfumerías (Bodybell y Avenida) en compañía de una compatriota, aún sin identificar, el 13 de octubre. Ambos habrían entrado con bolsos tuneados para eludir los sistemas de alarma y arramplado con perfumes y cremas valorados en 1.590 euros. Su acción no pasó desapercibida para las víctimas y una de las dependientes reconoció de inmediato al varón en cuanto entró el lunes en su perfumería.

Los agentes del Grupo de Hurtos de la Policía Nacional buscan ahora a su compinche para imputarle el mismo delito que a su singular compañero, cuya detención evitó presumiblemente que cometiera un nuevo hurto, ya que llevaba encima el citado bolso forrado de aluminio. Los perfumes, de fácil salida en el mercado negro, no han sido recuperados.