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Un camión de reparto de víveres sale del Banco de Alimentos en Argales.

Cómo participar en la mayor operación kilo de la historia de Valladolid

Más de 90 entidades colaboran este viernes y sábado en un reto solidario para lograr 200.000 kilos de víveres para el Banco de Alimentos

Víctor Vela

Miércoles, 26 de noviembre 2014, 18:24

Ya está todo listo para el gran reto, para la mayor aventura solidaria en la que se ha embarcado nunca Valladolid. Todo preparado para sacar adelante una macroperación kilo que implicará a 1.200 voluntarios, que cuenta con el respaldo de 92 entidades de la ciudad, que tendrá contenedores para dejar la comida en 57 supermercados y que se ha fijado como objetivo reunir, en tan solo dos días, 200.000 kilos de víveres que irán a parar a 21.000 personas, a las familias más golpeadas por la crisis. Todo listo. Ya solo falta tu colaboración.

El Banco de Alimentos presentó ayer esta campaña con ramificaciones en todo el país, pero que en Valladolid tiene algo de desafío. Si el año pasado participaron 26 empresas y entidades, ahora se ha llegado a las 92. Si se consiguieron 95.150 kilos de comida, el listón ahora está en los 200.000. Una cifra elevada, es verdad. Una cantidad gigantesca, es cierto. Pero Jesús Mediavilla, presidente provincial del Banco de Alimentos, confía ciegamente en la solidaridad de los vallisoletanos.

La mayor operación kilo de la historia de Valladolid tendrá lugar entre el viernes y el sábado de esta semana. Ya hay colegios, empresas, oficinas bancarias o asociaciones de todo tipo que durante las últimas jornadas han hecho un llamamiento para recaudar kilos de comida no perecedera. El viernes y el sábado los supermercados implicados en este llamamiento (Mercadona, Carrefour, El Corte Inglés, Eroski, Makro, El Árbol, Día, Gadis y Lidl) y siete estaciones de servicio de Repsol dispondrán de espacios reservados para donar víveres.

Los establecimientos participantes son:

Mercadona de Don Sancho, Independencia, Recoletas, Gabilondo, Miguel de Unamuno, Ciruelo, avenida de BUrgos, paseo del Renacimiento, camino del Carbonero, paseo del Cauce, Cigüeña, Arca Real, Cuidad de la Habana, Avenida de Salamanca-La Flache y Padre Llanos (Parquesol), además de Laguna y Medina del Campo.

El Eroski de Vallsur.

El Makro de Fernández Ladreda (Argales).

El Árbol en Río Shopping, avenida de Palencia, San Juan, Panaderos, Juan Martínez Vilelrgas, Paseo de San Vicente, Paseo de Zorrilla 88, Moradas, Santiago, Tudela, Labradores, Tirso de Molina, León, Bálago y Portillo de Balboa. Y en la provincia: Boecillo, La Cistérniga, Medina del Campo, Mojados, Santovenia, Tordesillas, Torrelago y Tudela de Duero.

Supermercados DIA en Doctor Esquerdo, Embajadores, Gabilondo, Cigüeña, Cantareros, Toreros, Sevilla, Carromajada, Prado Boyal, Moradas, carretera de Matilla, Silió, Carretera de Peñaranda, Calle Cistérniga, Arado, Farnesio, Aurora, calle de la Transición, Goya, Imperial, Dos de Mayo, Hernando de Acuña, Juan Carlos I, Gabriel y Galán, Camino Viejo de Simancas.

Carrefour de Parquesol, Barrio España y la calle Santiago.

El Corte Inglés de Zorrilla y Constitución, además del Supercor de Puente Colgante.

Lidl de Medina del Campo y sus tres establecimientos dela capital.

Gadis de Hernando de Acuña, Doctro Moreno, Fuente el Sol, avenida de la Libertad en Laguna, avenida de Burgos, avenida de Segovia, Fidel Recio y la avenida de Zamora (ronda interior sur).

En cada uno de estos puntos habrá un equipo de voluntarios del Banco de Alimentos y, una vez concluida la jornada, los propios supermercados y empresas de distribución serán quienes se encarguen de trasladar todo lo obtenido hasta la gran despensa que la fundación tiene en la calle Vázquz de Menchaca.

Llegarán entonces unas jornadas frenéticas para los colaboradores de la ONG, que tendrán que ordenar y catalogar la comida para proceder a su reparto a 200 entidades benéficas y parroquias de la provincia, que harán llegar después los productos a los 21.000 usuarios que cada mes, y en función de sus necesidades, reciben el respaldo del Banco de Alimentos. Una ayuda cada vez más reseñable porque el número de beneficiarios no ha hecho otra cosa que crecer desde el año 2008, con los primeros zarpazos de la crisis. Y Jesús Mediavilla no se muestra muy confiado en que esta cifra baje (o al menos se estanque) en el corto plazo.

«Cada vez es mayor el número de personas que se acerca a nosotros para pedir ayuda. Muchos son antiguos trabajadores, familias de clase media que al perder el trabajo y caer en el paro de larga duración tienen que afrontar severos problemas económicos». Y podrían ser más graves, entiende Mediavilla, si la sociedad en su conjunto no hubiera mostrado su cara más solidaria. «Gracias a la solidaridad, la pobreza no se nota tanto». Y aquí recordó la labor de una entidad como la que preside, el Banco de Alimentos, pero también el trabajo que desarrollan Cruz Roja, Cáritas

Los cálculos que han trazado en la gran despensa benéfica de la ciudad establecen que con lo obtenido este fin de semana se podrá mantener la prestación para cientos de familias durante varios meses. «Al tratarse de comida no perecedera, podemos utilizarla en aquellos periodos en que las donaciones no son tan elevadas», apunta Fernando Navarro, uno de los patronos de la Fundación. Para poder almacenar toda esta comida, el Banco de Alimentos dispone de una nueva sede (recién estrenada) en el polígono de Argales. Allí, en una nave de casi mil metros cuadrados y que puede albergar cerca de 225.000 kilos de comida, llegará todo lo obtenido este fin de semana y desde allí saldrá después, en furgonetas de reparto, hasta las entidades y asociaciones que lo harán llegar luego hasta los beneficiarios.

Los estantes de esta nave de Vázquez de Menchaca se llenarán desde este fin de semana (ojalá que a rebosar) de pasta, de garbanzos, de arroz, aceite o leche. «También son importantes las conservas de hortalizas y de pescado. Nosotros no podemos repartir productos frescos, así que las conservas son una buena solución». Eso sí, de forma extraordinaria, sí que pueden contar con productos perecederos. Ayer mismo llegó un cargamento de fruta (2.500 kilos de naranjas, mandarinas y caquis) procedente de un acuerdo con Agricultura y cuyo reparto ya se está llevando a cabo.

«Cada quince días solemos recibir frutas u hortalizas y se facilita a las familias de forma inmediata, para que el género no se estropee». Lo mismo ocurre en el caso de otros productos entregados de forma extraordinaria por los supermercados o cadenas de distribución. Muchas de estas empresas se han sumado a la campaña solidaria. Por ejemplo, los 17 establecimientos de Mercadona, siete más que el año pasado (cuando consiguieron 44.000 kilos). O Eroski, que venderá además durante esos dos días un bocadillo solidario. En Makro aportarán el 10% más de lo que se consiga en su tienda. En Carrefour se ha implicado su fundación solidaria y El Corte Inglés recuerda el compromiso que mantienen durante todo el año con la entrega de frutas, hortalizas y alimentos no caducados.

Mediavilla reclamó una mayor implicación de las instituciones, aunque agradeció la partida de 60.000 euros aprobada por la Diputación y que servirá para sufragar el alquiler de la nueva nave de Argales y los gastos corrientes del colectivo (gasolina de las furgonetas de reparto, luz, equipos informáticos). Faltan solo unos días. Y Valladolid ya está preparada para el mayor reto solidario de la historia del Banco de Alimentos.

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