«Te orientan para exportar en la dirección correcta»

Las 20.000 botellas de Lunas de Ponce (en las variedades prieto picudo con tempranillo y malvasía) que Santiago Baeza producirá este año volarán hasta Puerto Rico y Florida. El empresario de Santervás de Campos es uno de los pequeños emprendedores vallisoletanos que venderán sus productos en el exterior protegidos por el paraguas del Plan de Internacionalización de la Diputación Provincial y de la Cámara de Comercio.

Baeza conoció al importador de su caldo en una de las reuniones organizadas en la misión inversa del sector del vino (cuyos integrantes recorrieron la provincia entre el 22 y el 25 de septiembre), la celebrada en el Centro de Interpretación de la Naturaleza de Matallana, y en breve llegaron a un acuerdo. Cierto es que el alcalde contaba con una buena baza, ya que el vino ha sido elaborado en el pueblo natal del descubridor de Florida, Juan Ponce de León y, además, lleva su nombre.

«He estado allí varias veces y sé la importancia que para ellos tiene Ponce de León, su figura es sin duda es un buen reclamo», explicó el empresario, que además es alcalde del municipio, tras valorar muy positivamente tanto la iniciativa para fomentar la exportación puesta en marcha por la Diputación como el trabajo que están realizando los técnicos de la Cámara de Comercio e Industria que, «como Orlando García, se implican personalmente, nos orientan y nos están ayudando mucho».

Baeza es consciente de que entregar toda la producción a un mismo distribuidor entraña un riesgo «es jugárselo todo a una sola carta» pero también reconoce que «en España el mercado está saturado, por lo que no queda más remedio que salir fuera. Lo bueno de estas misiones es que te ayudan a hacerlo en la dirección correcta».

De hecho, Lunas de Ponce ya se consumía en Florida y Puerto Rico, pero los envíos a particulares elevan notablemente los costes y resultan complicados de gestionar para un pequeño empresario, mientras que Santiago Baeza apenas ha tenido que modificar sus márgenes de beneficio cuando ha acordado el precio del vino con el distribuidor estadounidense.

El caldo gusta y el precio es el convenido, pero al regidor de Santervás de Campos no le queda más remedio que sustituir las actuales etiquetas, por otras «más llamativas y vistosas», que ya han sido diseñadas y están siendo estudiadas por el comprador.