Borrar

Los usuarios de Auvasa pierden una media de cien objetos al mes en el bus

La mayoría son recogidos por los conductores y depositados en las cocheras de Argales

Jorge Moreno

Lunes, 11 de agosto 2014, 09:49

Una media que supera el centenar de objetos se olvidan cada mes en los 125 autobuses que por turno hacen diariamente los recorridos por la capital vallisoletana y poblaciones del alfoz.

Se trata de paraguas, libros, mochilas, teléfonos móviles, gafas, prendas, alimentos comprados y otros objetos personales. También se han encontrado durante los trayectos carteras con dinero o una videoconsola PlayStation.

«Incluso hasta una dentadura se halló en uno de los rincones de los asientos», explica uno de los conductores más veteranos de Autobuses Urbanos de Valladolid S. A. (Auvasa) para describir este fenómeno.

En estos casos, la normativa interna de la compañía municipal establece que cuando el conductor de un autobús encuentra el objeto (o se le entrega por parte de otro usuario que viaja ese día en el vehículo), el trabajador está obligado a llamar a la central de Auvasa para dejar constancia del hallazgo.

En algunos casos, cuando el viajero se da cuenta de que ha perdido el objeto, o que éste pudiera estar todavía en el autobús, suele llamar a las oficinas para advertir del extravío. También ha sucedido que se comunica a otro conductor para que a su vez averigüe por línea interna, lo antes posible, si el objeto permanece todavía o no en el interior del vehículo.

«En alguna ocasión, cuando se ha tratado de móviles, me ha pasado que cuando estaba conduciendo ha comenzado a sonar el teléfono dentro. Después de parar, lo he localizado entre los asientos. En otra ocasión, he marcado el último número que figura registrado en el móvil para comunicar el hallazgo. La alegría que se lleva el usuario, sobre todo si es joven, es infinita», comenta otro de los conductores.

La clase de objetos que se encuentran viene determinada por la época del año. Durante el otoño e invierno, el mayor número corresponde a los paraguas, mientras que en verano los hallazgos van desde unas gafas de sol hasta las bolsas con prendas recién adquiridas en comercios. Los conductores han llegado a recoger, incluso, libros de texto o mochilas de alumnos que utilizan el servicio de transporte municipal durante el curso.

Elaboración de un parte

Una vez hallado el objeto, desde la central de Auvasa se ordena confeccionar un parte, y cuando el conductor que lo encontró finaliza su turno de trabajo lo entrega en la sede de las cocheras, situada en el polígono de Argales. Es allí donde se almacena en una sala de objetos perdidos. Si el objeto dispone de algún dato que permita identificar al propietario se intenta infórmale por teléfono que lo ha extraviado, para que luego aporte algunas características que permitan identificar el mismo y pase a recogerlo.

Fuentes del Comité de Empresa explicaron que tanto a los conductores, como a los representantes de los trabajadores, no se les informa posteriormente sobre el resultado del destino que se da a estos objetos. Aunque este diario ha solicitado a la Gerencia poder fotografiar la sala de objetos perdidos de Auvasa, la dirección no lo ha autorizado.

El TSJ dice que se abusó de lso servicios mínimos en 2012

  • El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León ha estimado la demanda del Comité de Empresa de Auvasa contra el Ayuntamiento de Valladolid y da la razón a los sindicatos respecto a que el Consistorio abusó en la aplicación de los servicios mínimos, durante la huelga que se convocó a finales del año 2012.

  • Este conflicto laboral tuvo lugar por la inaplicación del convenio colectivo en la empresa municipal, y en demanda de mejoras en las jornadas y descansos de los conductores.

  • Los sindicatos representados en el Comité de Empresa (UGT, CC OO, CTA, y CSIF) convocaron, en diciembre del 2012 paros parciales y una huelga para presionar en la negociación. Frente a esta protesta, el alcalde, Javier León de la Riva, aprobó un decreto en el que se fijaban los servicios mínimos para la huelga indefinida desde el 10 de diciembre, de lunes a viernes, de 13 a 15 horas.

  • Un anterior fallo, del Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 3 de Valladolid, dio la razón al Ayuntamiento argumentando que los servicios mínimos fijados, superiores al 50%, se establecieron adecuadamente por ser «el transporte de viajeros un servicio esencial». La jueza señaló además que «la ciudad carecía de cualquier otro medio de transporte público distinto al de los autoburses urbanos».

  • Sin embargo, la nueva sentencia del Tribunal Superior, del pasado 12 de junio, cuestiona estos argumentos y estima la pretensión del Comité estableciendo que los servicios mínimos fijados fueron abusivos, y «no se motivaron suficientemente las razones que los justifican» en una situación concreta de huelga.

  • Los jueces recuerdan que se ha vulnerado el artículo 28 de la Constitución, sobre derechos fundamentales, y añaden que si bien la «Administración puede acordar las medidas necesarias que aseguren el funcionamiento de los servicios públicos (...) tal restricción al derecho fundamental de huelga de los trabajadores debe aplicarse con el equilibrio preciso entre los servicios esenciales a mantener como mínimo y el sacrificio del derecho de huelga». Por ello, el TSJ decide, casi dos años después, anular el decreto que aprobó el alcalde.

Pero, ¿qué sucede con las cosas extraviadas que se encuentran en un autobús?

El Código Civil regula en sus artículos 615 y 616 la suerte que debe de correr todo aquello que se deja de forma involuntaria y que no sea por abandono.

El artículo 615 establece que «el que encontrare una cosa mueble, que no sea tesoro, debe restituirla a su anterior poseedor. Si éste no fuera conocido, deberá consignarla inmediatamente en poder del alcalde del pueblo donde se hubiese verificado el hallazgo».

Además, el Código Civil establece la obligación del regidor de publicar el hallazgo «en la forma acostumbrada y dos domingos seguidos».

Por otra parte, la normativa española establece las obligaciones que tiene el propietario del objeto respecto a quién lo encuentra. En el artículo 616 del Código Civil se regula que el propietario que reclame la cosa, y se presentase a tiempo, sin que hubiesen pasados dos años, «estará obligado a abonar, a título de premio, al que hubiese hecho el hallazgo, la décima parte de la suma o del precio de la cosa encontrada».

El Código establece además la obligación de «recompensar» al que encuentra la cosa perdida. Siempre que el valor del hallazgo excediese de 2.000 pesetas (12 euros), el premio se reducirá al 5%. Tal es la regulación, que de no hacer entrega en las dependencias municipales del objeto, tanto el conductor como el resto de pasajeros podrían ser sancionados por vía penal, considerándoles autores de un hurto o de una apropiación indebida.

La regulación llega hasta tal punto que se atribuyen a las autoridades la capacidad de decidir que si la cosa que se encontró no pudiese ser conservada sin deterioro, o sin hacer gastos que disminuyan notablemente su valor, se podrá vender en pública subasta después de que hubieran pasado 8 días.

No parece, pues, que el destino que se pueda dar a los objetos perdidos encontrados dentro de una bien, vehículo o una instalación municipal u oficial se resuelva de forma sencilla y sin el trámite administrativo.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Los usuarios de Auvasa pierden una media de cien objetos al mes en el bus

Los usuarios de Auvasa pierden una media de cien objetos al mes en el bus