Los vecinos convierten al barrio Belén en el 'prota' de sus cuentos

Gloria recuerda los rascacielos bogotanos entre los que nació y unas calles que eran como una combinación de la lotería primitiva. Su casa estaba en la carrera 34 con la 19 y la 26 en la torre 2. Hace años que dejó los números. «Y quién me iba a decir a mí que acabaría viviendo en un belén». Entre las calles Nochebuena, Nochevieja, Mirra y Reyes Magos. «Mi barrio es un barrio pequeño, de calles intrincadas en las que alguna vez me he perdido más que en el inmenso Bogotá». Y una sonrisa se dibuja entre los vecinos de lectura, entre los compañeros de acera y portal que han acudido a la convocatoria del grupo Mujer de Belén. Han invitado a los residentes de la zona a participar en un certamen de relatos en los que el propio barrio tenía que alzarse como el principal protagonista.

Y ahí está, por ejemplo, la ventana de Asunción. Cuenta en su cuento cómo ha cambiado el paisaje que cada día le sale al paso a sus ojos desde el otro lado del cristal. Cómo cuando llegó, en septiembre de 1986, aquello eran campos, «incluso con vacas», la Esgueva sin canalizar, la campa siempre activa. Ycómo ahora hay más árboles, universitarios que acuden a clase a unas facultades que entonces no existían; y en la campa se ha construido un minicampo de baloncesto. «Es lo que veo desde mi ventana. Dicen que se llama progreso», concluye Asun antes de poner el punto final.

Hay un relato anónimo sobre las aventuras de un joven vecino que va a coger renacuajos con sus amigos alEsgueva, cae al río y termina secándose la ropa frente a la pared del colegio de las monjas (donde siempre da el sol) para evitar que sus padres se enteraran. Hay un cuento que recuerda las acacias que decoran el barrio. Hay un «chiflado nocturno» que se acoda en el bar del Isi (en la calle Nueva del Carmen) mientras «los gatos tejen su suburbio sin ley ni ortografía». Hay un texto, el de Carmen, que define su nuevo barrio como un «oasis dentro de la ciudad».

Y hay un volcán de colores que con sus palabras enciende Eva Revuelta, en la zona desde 1984. Evoca con sus palabras la campaña que la asociación vecinal emprendió hace un año para, con pancartas, expresar el malestar de los residentes de la zona por la crisis, por los recortes. Las integrantes del grupo de Mujer realizaron una figura femenina con lana («y los cordones de los playeros de nuestros hijos»)que, junto con los carteles, fue retirada por la noche (el Ayuntamiento dijo que no había autorización para esas pancartas). «Era una mujer libre en un espacio de todos», explica el relato de Eva. «Hay realidades que molestan. Y la noche se hizo tan oscura que acabó en el fondo del contenedor», se cierra su historia.

Yla moraleja de estos relatos son el cariño y el amor de los vecinos por el barrio en el que viven, con reclamaciones ciudadanas (desde el urbanismo hasta la acción social)para mejorar esta zona que cuenta con un activo grupo de mujeres que ha contribuido con esta actividad a alimentar semana cultural del barrio, que esta tarde incluye chocolatada en la plaza de las Nieves. La agrupación de mujeres que también componen Ana, Laude, Pauli, Paqui, Toyi, Tomasa, Paula, María Jesús,Vegui, Asun, Felisa, Pilar y Candelas se reúne todos los martes con diferentes actividades culturales. La próxima semana tienen programado un viaje al museo de Mariemma en Íscar.