'Limpio y ordenado' con Laura Cáneva: cómo empezar a poner tu casa en orden

Comienza haciendo un recorrido por las zonas o lugares que quieres ordenar y lleva una libreta contigo para ir anotando tanto lo que te gusta como lo que no, y los puntos problemáticos de orden. Apunta todo: qué sientes, si la lámpara te gusta, si te cuesta mucho limpiarlo, si cambiarías las bombillas por otras de luz más cálida... Si el cuadro que tienes en el pasillo te relaja o, sin embargo, te parece un espanto. O si la estantería del salón tiene demasiadas cosas y te dan sensación de desorden.

Con esto sabrás donde debes poner soluciones que será el siguiente paso junto con la planificación.

Te acabas de dar cuenta de lo que más te gusta de tu casa y de lo que menos, y donde necesitas enfocarte. Así que, agenda en mano, planifica qué zona vas a colocar cada día y durante cuánto tiempo. Sé realista, tienes que empezar y acabar lo que te hayas propuesto.

Antes de empezar busca la solución adecuada. Puede ser deshacerte del cuadro que no te gustaba en el pasillo o comprar unas cestas para guardar las cosas de la estantería del salón para que no hagan ruido visual.

Si lo has previsto con antelación te llevará menos tiempo organizar porque ya lo tienes planificado y con una solución realista y adaptada a esa zona.

En este momento te pido que te quedes solo con lo que te gusta y hace que te sientas bien en casa, me dirás que esto es muy Marie Kondo, pero solo estando rodeados de lo que nos gusta podremos estar felices y a gusto.

En el caso de los colores y tonalidades para tu hogar, puedes crear un tablero en Pinterest donde guardes todo lo que te inspire y pienses que puedes utilizar para tu casa de ensueño.

Ha llegado el día que anotaste en la agenda para ordenar y organizar. Para ello vaciarás la zona si es necesario y limpiarás todo en profundidad, de esta forma lo dejaras limpio y ordenado. Si hay cosillas para tirar no lo pienses, ocupan espacio y no te aportan nada.

Y llegamos a la última fase que es la de encontrar un lugar para cada cosa y que cada cosa tenga su lugar.

En todo este proceso de visualización y búsqueda de soluciones, habrás encontrado, sin querer, la mejor manera de guardar, archivar o acomodar distintos objetos que tenías, entendiendo que ese era el mejor sitio por su uso o por la accesibilidad.

Sabes lo que tienes que hacer y cómo. Sin agobios y por pequeñas zonas, empleando solamente el tiempo que has asignado a dicha tarea. El orden comienza a llegar poco a poco, y si lo haces bien y con ganas se quedará para siempre.