Una carrera meteórica

Los números de la XXXI San Silvestre Palentina han obligado a pestañear hasta a la propia organización. La carrera popular ha logrado multiplicar por cuatro el número de corredores en tan solo seis años. «Es una pasada. No sabemos dónde está el techo de esta prueba, y estamos encantados», explica Fran Caballero, representante de Linum Berco, empresa que ha gestionado la prueba bajo la supervisión del Patronato Municipal de Deportes.

En números, la carrera palentina crece año a año, pero la pasión por la última prueba del año se ha desatado con el comienzo de esta década. En 2010, la San Silvestre aumentó su participación en casi mil personas. «Ahí ya pensamos que habíamos superado todos los registros, pero ni con esas», admite Caballero, quien afirma que en esta edición se ha necesitado un esfuerzo especial de la Policía Municipal, Protección Civil y la Cruz Roja. «Nosotros también hemos necesitado más gente», afirman desde Linum Berco, que ha incrementado en quince personas su equipo.

La parte negativa de la carrera y de su elevada participación, a juicio de muchos participantes, está en la salida. «En esta edición apostamos por una salida sin dorsales VIP, porque la gente se quejaba. Hay que entender que se trata de una prueba popular», zanjan desde la organización.

Una solución que se planteará para la próxima edición será cambiar el sentido de la salida para paliar las conglomeraciones. «La última decisión la tiene el Ayuntamiento, pero creemos que puede beneficiar hacer la salida hacia la avenida Castilla y mantener el circuito», comenta Fran Caballero, quien destaca también el fuerte incremento de la participación de los niños en este último año.