Todos recogen el bollo
Una tradición propia de mozos ha sido recuperada por todos los vecinos
MÓNICA RICO
Miércoles, 31 de agosto 2011, 02:34
Aunque manteniendo su población por encima del centenar de habitantes, Fresno de la Fuente ha visto en ocasiones peligrar sus tradiciones. Al igual que otros muchos municipios de la provincia, la falta de vecinos con empuje e iniciativa y en otros casos la falta de juventud, hacen que algunos de los rituales más arraigados en los pequeños pueblos, se vean abocados a desaparecer.
Este no es el caso de Fresno de la Fuente, que aunque sí ha perdido población, ha sabido variar sus tradiciones para que estas permanecieran en el tiempo como un legado que hay que cuidar.
Un ejemplo de ello es el acto denominado popularmente 'recoger el bollo', que ha cambiado su esquema, pero mantiene su fondo. Hace años era una fiesta de las denominadas 'de mozos', en las que los jóvenes eran los protagonistas, mientras que hoy todo el pueblo se implica en su preparación y desarrollo.
El acto ancestral consistía en que los jóvenes recorrían las calles del pueblo y elegían la casa donde vivía una moza, con el fin de engalanar la puerta adornándola con flores y ramas. Cuando la joven salía de la vivienda y veía su casa 'enramada' la tradición era que ella ofreciera unos bollos, tradicionalmente elaborados en casa, a aquellos que habían trabajado para mejorar el aspecto de su vivienda.
La falta de juventud en el municipio no amedrentó a los vecinos, que decidieron remodelar esta tradición y participar de forma unida en su recuperación. Desde entonces, el sábado más cercano al 20 de junio, cuando en Fresno de la Fuente se celebra la festividad de San Silverio, multitud de vecinos se disponen a 'recoger el bollo'.
Desde primera hora de la mañana, algunos se dedican a engalanar un carro, con el que durante la tarde se irán recorriendo las calles de la localidad. La comitiva, acompañada de la música de las dulzainas y los tamboriles, recorrerá todas y cada una de las casas habitadas del municipio, donde los propios vecinos entregan decenas de dulces. En algunos casos son los mismos bollos que las mujeres aún elaboran de forma tradicional, y en otros casos distintas piezas compradas para la ocasión, pero igual de exquisitas.
Los vecinos son generosos y la comitiva recoge docenas de dulces que van situando en el carro hasta concluir el recorrido. También los vecinos se van sumando a la fiesta tras entregar sus bollos. Cuando ya no quedan casas que visitar, el carro se dirige a la plaza, seguido ya por todos los vecinos. Es entonces, cuando tiene lugar el final de la tradición: el reparto. En ese momento se van descargando los dulces desde el carro y todos los vecinos los degustan en unión, animados por el ritmo de la música, que sigue sonando, y por la labor de haber sabido mantener, un año más, una de esas tradiciones que pasará de generación en generación.
Por San Silverio
Cada año son más los amigos e hijos del pueblo que tratan de acudir al municipio por San Silverio, para participar en las actividades, pero a las fechas que la mayoría no fallan son a las fiestas mayores de Fresno de la Fuente: las que se celebran el último fin de semana de septiembre en honor a San Miguel Arcángel.
Se trata de varios días en los que se concentran múltiples actividades, con algunas dedicadas especialmente para los más pequeños y otras que no pueden fallar en la programación, como el campeonato de frontenis o las orquestas durante la noche. Los actos litúrgicos se centran en la misa y la procesión con la imagen de San Miguel por Fresno.