
Secciones
Servicios
Destacamos
EDUARDO MARTÍNEZ RICO
Lunes, 11 de julio 2011, 03:05
Hoy se me ha ocurrido una pregunta que puede ser valiosa para hacer un artículo diferente. ¿Qué es mejor, más deseable, más maravilloso, ser un sabio o ser un genio? Lo primero hay que saber qué es un sabio y qué es un genio. Miro en el Diccionario de la Real Academia Española, que a veces nos dice las cosas que ya sabemos, pero nos las dice mejor, con precisión, con certeza. De las acepciones que da de genio el DRAE saco la conclusión de que es el que tiene la capacidad de hacer «cosas nuevas y admirables», mientras que un sabio -la sabiduría, según el Diccionario, es «el grado más alto del conocimiento»- es el que conoce lo que ya existe, con perfección y dominio. También es el que se sabe manejar por la vida con prudencia, lo que conecta con el Oráculo de Gracián, magnífica obra que, por cierto, puso en español actual mi director de tesis, José Ignacio Díez, hace algunos años. Es decir, el genio apunta al futuro, lo nuevo, mientras que el sabio apunta al presente y al pasado, a lo ya dado. El sabio se concentra en lo que ya existe, mientras que el genio es creador, crea cosas nuevas que no existían en el mundo, cosas además admirables.
Estoy leyendo una biografía muy interesante de Marco Aurelio de Frank McLynn, 'Marco Aurelio. Guerrero, filósofo, emperador' (La Esfera de los Libros). Marco Aurelio es uno de esos sabios indiscutibles de la Historia del hombre, y lo sabemos fundamentalmente por sus 'Meditaciones', uno de mis libros favoritos, una obra inagotable que se puede leer y releer hasta desgastar sus páginas, y siempre parece que lo haces por primera vez.
Marco Aurelio cumple con dos de las acepciones de 'sabio', por lo que yo sabía de él, y por lo que confirmo leyendo al canadiense McLynn. El emperador romano, que gobernó en el siglo II de nuestra era, era un gran estudioso, experto en varias materias, un erudito, y al mismo tiempo era lo que hoy diríamos un hombre muy inteligente, lo que llama el DRAE persona que se conduce por la vida con prudencia. Comúnmente, por una parte se suele hablar de sabio como el erudito, el que sabe mucho de algo, de una materia, y por otro, se suele hablar de sabio como la persona muy inteligente, la persona que sabe vivir y conducirse por la vida. Marco Aurelio no solo supo conducirse él, siguiendo el estoicismo, una vida privada de placeres y comodidades, dedicada al gobierno, al estudio y al perfeccionamiento de su alma; es decir, no solo fue sabio o prudente a nivel individual. Lo fue también como emperador, dirigiendo todo un imperio y haciéndolo bien, pues ha pasado a la Historia como uno de los grandes emperadores de Roma.
Quizá, a su manera, también fue un genio, porque las 'Meditaciones' es una obra genial, no totalmente novedosa, pero sí nueva y asombrosa. Marco Aurelio fue un sabio, pero también creador, como hombre y gobernante, y como filósofo y escritor.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
«De repente, no sientes nada y no puedes moverte»
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.