El Madrid apenas fue rival
La apisonadora israelita fue un peso excesivo para un Madrid luchador, pero que se mostró siempre muy inferior a su rival
RICARDO MOLINELLI. EFE
Sábado, 7 de mayo 2011, 02:35
El Real Madrid se quedó sin final, y sin posibilidad de engrandecer su palmarés, al perder con el Maccabi tras un partido que dominaron los israelíes y en el que los españoles acabaron desfondados en su regreso a la elite tras quince años de ausencia.
El Real Madrid salió con la lección aprendida, fuerte atrás y concentrado, sabedor que un flojo inicio podía condenarle a las primeras de cambio. Tomic, además, supo jugarle los primeros balones al pívot griego del Maccabi Schortsanitis alejándose un par de metros del aro y saliendo de su zona de influencia.
Lo único malo del inicio fueron las dos personales de Prigioni en apenas tres minutos y medio, que limitaron el juego táctico del Real Madrid que tan bien sabe controlar el base argentino.
En el segundo acto comenzaron los problemas, el tercer triple, sin fallo de Pnini, disparó el marcador a un 20-14, que se convirtió de inmediato en un 22-14. El Madrid reaccionó de inmediato apretando en defensa y anotando Prigioni dos triples, por lo que al descanso se llegó con el partido igualado y la sensación de que Schortsanitis dominaba el aro, pero que el equipo español con paciencia podía romper las defensas del Maccabi.
En el inicio del tercer periodo llegó el segundo jaque macabeo al Madrid. Llull y Prigioni con sendos triples mitigaron la urgencia, pero el Madrid estaba falto de una fuente constante de puntos, mientras Pargo fue en esos momentos el principal peligro del Maccabi.
El gran trabajo de Reyes en defensa no fue suficiente para dar la seguridad necesaria a los francotiradores madridistas y el juego interior cada vez se puso más caro, sobre todo si Schortsanitis se encontraba en pista.
A dos minutos para el final del cuarto volvió el peligro, 49-41 y más cuando Fischer cometió un error infantil, perdió un pase claro y cometió falta sobre la canasta macabea, 53-43. Al final de los primeros 30 minutos de juego el marcador se le ponía feo al representante del baloncesto español, 55-47.
Con el 60-47, minuto 31, el Madrid comenzó a convencerse de que la final se alejaba demasiado, máxime si sus tiros seguían sin entrar y si el conjunto israelí dominaba los rebotes y tenía segundas y terceras opciones de tiro.
El Madrid no encontró otra opción que los lanzamientos triples, que no anotó, mientras el Maccabi siguió aumentando la ventaja, 66-49 (minuto 34).
En los últimos seis minutos el Madrid no supo reaccionar. Se quedó sin nada. Y recibió una diferencia de puntos exagerada para sus méritos y deméritos.