Rato cree que las fusiones de cajas «no han terminado» y que «no todas tendrán éxito»
El presidente de Bankia afirma que salir a Bolsa hará a las cajas «más independientes y competitivas»
ÁNGEL BLANCO
Martes, 12 de abril 2011, 02:59
Ayer había 48, hoy se han reducido a 17 y mañana nadie sabe cuántas quedarán, pero menos que ahora. Y, después, no todas ellas sobrevivirán. Aunque parezca el reclamo de una película de terror, se trata de la evolución y perspectivas del sector de las cajas de ahorros, según las resumió ayer Rodrigo Rato durante su visita a la Cámara de Comercio e Industria de Valladolid. «En el último año hemos aprendido términos como 'core capital' o 'stress test' y, además, hemos aprendido que la calidad del capital de las entidades tiene gran relevancia», señaló el presidente de Caja Madrid y Bankia.
A su parecer, «la transformación del sector no ha terminado, sino que continuará a lo largo de los próximo meses». El proceso, que se encuentra en marcha desde hace más de un año, ha pasado por concentraciones, ajustes de capacidad y saneamientos que, según el financiero, «han provocado problemas de solvencia» y han puesto en evidencia que «la capacidad de responder a las pérdidas con recursos propios» se convierte, a la postre, en una cuestión de vida o muerte para las entidades de ahorro.
Rato dio por buenas las exigencias y requerimientos de reservas planteados por el Banco de España -«toda una supervisión 'intrusiva', como la llaman los británicos»-, que han hecho que el sector financiero español haya precisado de menos recursos públicos que los de otros países. «Tras la primera ronda de pruebas de esfuerzo efectuadas a la banca, que quedaron desprestigiadas por lo sucedido en Irlanda [hubo de ser rescatada por la UE, pese a que sus bancos pasaron los tests], algunos países abogan por una nueva definición de capital y se oponen a examinar a la totalidad de sus sectores financieros, lo que puede provocar una situación injusta para países como España y, además, que vuelva a pasar lo que ya ha sucedido», advirtió.
Debido a los riesgos que aún acechan, Rato se felicitó por que la autoridad financiera apueste por la entrada de todas las entidades en el mercado de capitales. «Aún persisten las incertidumbre y el peligro de que se produzcan fracasos en las fusiones, los mercados siguen teniendo una alta sensibilidad y a todo ello se han unido el riesgo soberano y los diferenciales en la prima, que se trasladan rápidamente a la economía», enumeró antes de manifestar que «no todas las fusiones tendrán éxito».
Para el vicepresidente económico de los gobiernos de José María Aznar «un cambio regulatorio de la intensidad del actual, que incluye una supervisión macroprudencial, no sabemos cómo va a influir en los mercados». Según Rato, la enorme cantidad de transformaciones por la que pasa el sector casi exigen «la cuadratura del círculo». El objetivo, «lograr entidades fuertes, con volumen y calidad en su capital y con un modelo de negocio, tamaño, rentabilidad, eficiencia y servicios a los clientes» que permitan asumir los riesgos de fracaso de algunos proyectos. Y todo ello, «sin perder el modelo de relación territorial y social de las cajas» y la competitividad, que se han demostrado como elementos dinamizadores de la economía, beneficiosos para las condiciones que obtienen los impositores y que deben continuar en el tiempo. «Ahora se critica la excesiva inversión inmobiliaria -dijo Rato-, pero el sector de las cajas pudo gracias a ella ser más competitivo y tuvo como consecuencia, por ejemplo, que en España se remuneren los depósitos, algo que no sucede en otros países, o que la riqueza neta de las familias sea ahora mucho mayor que en el pasado».
El presidente de Bankia, banco fundado por Caja Madrid y Bancaja y al que se han adherido Caja Insular de Canarias, Caixa Laietana, Caja Rioja, Caja de Ávila y Caja Segovia, aprovechó su paso por Valladolid para repasar las fortalezas de su entidad. Ante un público de empresarios y políticos, entre el que se encontraban Agustín González y Atilano Soto, cabezas visibles de las cajas abulense y segoviana, Rato detalló que la apuesta de Bankia pasa por su diversidad y complementariedad en la penetración territorial, la fortaleza de su capital, su potencial de generación de resultados ordinarios, el nivel de saneamiento y la cobertura de riesgos. «El desafío de la salida a Bolsa, imposible con la anterior regulación, abre ahora muchas puertas por la independencia y competitividad que puede proporcionar», recordó.
También 'presumió' de que Bankia cuenta con 11,5 millones de clientes, 328.000 millones de euros en activos y un volumen de negocio que supera los 485.900 millones, lo que le sitúa como «el primer grupo financiero español por negocio doméstico».
Rato destacó la colaboración y comprensión de la Junta de Castilla y León en el proceso de integración de Caja Segovia y Caja de Ávila en Bankia, un «difícil proceso» en el que «ha habido que modificar decisiones importantes» y en el que las autoridades castellanas y leonesas han sido también «diligentes». El directivo precisó que Bankia se apoyará en su estructura territorial en su estrategia de futuro y anunció que Ávila y Segovia serán «los centros territoriales para el negocio del grupo en el norte de España», junto a La Rioja para el noroeste, «lo que da unas posibilidades muy importantes de desarrollo» desde el punto de vista técnico y humano.
Crédito dispuesto
A continuación, defendió el mantenimiento de las marcas locales como «un potencial muy importante que no estamos dispuestos a perder y que, al contrario, vamos a robustecer», lo que no quita para que en el proceso de fusión se hayan traspasado al banco la totalidad de los activos y pasivos.
Sobre el compromiso social de Bankia, Rato enumeró las más de 800 actividades llevadas a cabo por Caja de Ávila en el año 2010 con más de un millón de beneficiarios y una inversión de 25 millones de euros y los 30 millones de euros destinados por Caja Segovia a esta materia en los últimos tres años, en 1.000 actividades para 300.000 beneficiarios. Mientras, Caja Madrid completa una inversión de más de ocho millones en el patrimonio histórico artístico de la región.
Rato negó que el volumen de crédito haya disminuido en España de manera significativa, ya que se mantiene en los mismos niveles de 2008, con unos 1,8 billones de euros. Sin embargo, admitió que «el crecimiento del crédito va unido al crecimiento del PIB», por lo que «lo importante es que el crédito esté preparado para seguir a la economía» cuando ésta recupere la senda del crecimiento.