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Antonio Font de Bedoya, en una intervención como vicepresidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España. :: CEDIDA POR LA FUNDACIÓN ANTONIO FONT DE BEDOYA
PALENCIA

Para no olvidar a Antonio Font

La muestra recoge una selección de los edificios que diseñó y de las aportaciones a la arquitectura que hizo entre 1936 y 1973 Una fundación velará por su legado, que se divulga ahora en el Colegio de Arquitectos

FERNANDO CABALLERO

Lunes, 15 de noviembre 2010, 10:24

La historia se recoge en multitud de formatos, todos ellos válidos. La historia ya no se encuentra solo en los legajos y documentos, también las fotografías, el cine, los libros y los planos arquitectónicos. Una prueba de ello es la exposición dedicada al arquitecto palentino Antonio Font de Bedoya, que viene a ser la presentación de la fundación promovida por sus hijos que velará porque su legado perviva más allá de sus propios diseños arquitectónicos. Una selección de todos ellos aparece en los paneles que conforman la muestra, organizada por el Archivo Histórico Provincial y la Fundación Antonio Font de Bedoya, y que permanecerá abierta en el Colegio de Arquitectos hasta el 26 de noviembre.

Font de Bedoya fue un arquitecto que dejó una profunda huella en la capital y en la provincia. Sus diseños, como bien muestra la exposición, abarcan todos los campos, desde la arquitectura institucional, civil, religiosa, hospitalaria o de equipamiento de ocio. Nacido el 29 de julio de 1910 -este año se cumple el centenario-, Font de Bedoya terminó la carrera de Arquitectura en 1936 en Madrid.

Su producción ha sido ingente en Palencia y en otros territorios hasta sufallecimiento en 1973. No en vano, fue arquitecto escolar, diocesano y provincial. En su última etapa laboral fue académico correspondiente de la Academia de San Fernando, decano del Colegio de Arquitectos de León, Asturias y Galicia -entidad que posteriormente se dividiría en tres, cuando Palencia se convirtió en una delegación del Colegio de León- y vicepresidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.

Paneles

La exposición se estructura en diferentes paneles que muestran algunos de los proyectos de Antonio Font divididos por temas. Así, de la arquitectura asistencial se recogen el comedor infantil de auxilio social (1950), el colegio médico de Huerta de Pombo (1943), el centro de higiene de Pomar de Valdivia (1950), el centro de nutrición de Paredes de Nava (1946) o el Instituto Provincial de Higiene, actual sede del Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León (1949). En el apartado de ocio destacan el Hotel España de Venta de Baños (1944), el Cine y Salón de Baile de Guardo (1942), la gasolinera Dipesa de la plaza de España (1953) o el edificio antiguo del El Diario Palentino en la calle Mayor (1944). De los cines, se destacan Lepanto en Guardo (1942), El Recreo de Astudillo (1942), Ideal de Vallejo de Orbó o el Luises, antigua sede del Cine Club Calle Mayor, en el convento de San Francisco (1950).

La arquitectura escolar incluye edificios como la ampliación de la Escuela de Artes y Oficios (1962), el colegio Blanca de Castilla (1945), Santo Ángel (1949), Ignacio de Loyola (1965) y el colegio Santa Teresa de Ávila (1941). Como arquitecto diocesano, intervino en las restauraciones de casi todas las iglesias de la Diócesis, como la Antigüedad, la colegiata de Aguilar de Campoo o el traslado de la iglesia de San Juan de Villanueva del Río a la capital palentina en 1963, actualmente ubicada en La Huerta de Guadián. Fuera de la provincia intervino en la restauración de la iglesia de San Miguel de Peñafiel. Diseñó también iglesias de nueva planta como la de Barruelo de Santillán (1947), Lomas (1956), la iglesia de San José de Palencia (1951) -junto a Cándido García Germán- y también en esta ciudad el convento de las Carmelitas (1970) -uno de sus últimos proyectos-.

En el grupo de la arquitectura funeraria, Antonio Font diseñó un prototipo de cementerios, de los que la exposición recoge el destinado a poblaciones entre 2001 y 12.000 habitantes, así como la capilla del camposanto de Becerril.

Viviendas y fábricas

Varios paneles están dedicados a la arquitectura residencial, con viviendas unifamiliares, bloques o viviendas sociales repartidas por la capital y la provincia. La producción de Antonio Font continúa con la arquitectura fabril, con ejemplos como Calzados La Primera Piedra de Villalobón (1936), Aguas Medicinales La Garga de Villalcón (1946), Laboratorios Fermi en el camino de Magaz (1947), Central Huevera de Venta de Baños (1944), Industrias Díez (1947) o la gran fábrica de mantas de la Textil Palentina (1947); la arquitectura institucional, donde aparecen los ayuntamientos de San Cebrián de Mudá (1950), Aguilar de Campoo (1955), Támara (1955), Becerril de Campos (1958) o el de Palenzuela (1968), así como el edificio de Correos de Guardo (1966) o la ampliación de la Diputación (1962); y, finalmente, la arquitectura de equipamiento sanitario. La primera etapa de Font de Bedoya como arquitecto discurrió trabajando para el Patronato Nacional Antituberculoso en la zona noroeste de España, y realizó sanatorios de nueva planta o adaptaciones de edificios para esta función. El arquitecto firmó, entre otros, el pabellón tuberculoso del Hospital Provincial (1944), el sanatorio antituberculoso General Varela de Quintana del Puente (1940), el sanatorio marítimo de Oza en La Coruña (1942) o el balneario de Boñar.

Teniente de alcalde

La huella de Antonio Font tuvo también una discreta dimensión política, ya que fue teniente de alcalde del Ayuntamiento de Palencia entre el 31 de octubre de 1942 y el 13 de abril de 1947. En esa época, su acción urbanística se caracterizó por el fomento del arbolado en paseos y avenidas y por la ordenación de varias zonas donde entonces arrancaba el proceso de construcción. Pero como arquitecto, una de las aportaciones constructivas más importantes fue la concepción de los llamados 'forjados a la palentina'. Ante la falta de materiales como el hierro y el cemento, Antonio Font ideó unos forjados construidos en la propia obra, que patentó como Forjados Palencia y fueron compartidos por otros arquitectos. Uno de los paneles de la exposición explica cómo se llegaba en una obra a este sistema de construcción, que no llevó su nombre, sino el de la ciudad donde nació, vivió y tuvo su estudio en el número 4 de la calle Don Sancho.

Otra de las aportaciones de Antonio Font s enmarca en la llamada vivienda mínima, de 36 metros cuadrados que respondía a las necesidades planteadas por empresa e instituciones que promovían viviendas para sus trabajadores.

Antonio Font de Bedoya es autor de numerosos edificios. Una guía de sus mejores proyectos la aporta Juana Font Arellano, hija del arquitecto y presidenta de la Fundación. Dentro del casco urbano de Palencia y en la primera etapa, ella destaca la casa de los Herrero, la Guardería Infantil y el edificio de Sanidad, así como las barriadas de las Casas del Hogar y Franciscio Franco. Para los años centrales de su producción arquitectónica, resalta el edificio del Servicio Doméstico y la parroquia de San José. Para la etapa final, las viviendas de la avenida de Valladolid esquina con el paseo de San José, y el edificio de la Calle Colón número 15.

Asimismo, Antonio Font diseña de modo anónimo la ampliación de edificios emblemátuicos de la capital palentina, como la solana de la residencia de los Jesuitas en la calle Ignacio Martínez de Azcoitia, la Diputación Provincial, la casa de la calle Don Sancho número 4, los pabellones del Sanatorio San Luis o los de las Hermanas de los Pobres.

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