Laguna llora el subcampeonato
Los aficionados reunidos en el bar Estadio no pudieron ver el tercer título de Alonso
PAULA CARRIBA
Lunes, 15 de noviembre 2010, 02:13
Como en cada cita deportiva de gran relevancia, y más si está Fernando Alonso por medio, el Bar Estadio de Laguna de Duero se llenó de aficionados de la Fórmula 1 dispuestos a darlo todo por acompañar al asturiano hacia su tercer título mundial.
Media hora antes de la carrera, los vecinos ya llenaban el bar ataviados con las gorras y camisetas rojas de la escudería Ferrari de la Peña Fernando Alonso. No se había dejado nada al azar. El establecimiento también estaba vestido con banderas de ánimo que dieran el apoyo necesario al piloto español para ganar el Mundial. Porque todo hacía pensar que así sería. Porque, como decían algunos carteles colgados del techo, «tu mejor equipo es tu afición».
El partido del Real Valladolid daba sus últimos coletazos con el gol victorioso de Jorge Alonso, los laguneros calentaban motores aplaudiendo el resultado y en el bar sonaba el «Waka-waka», que se ha convertido en el himno deportivo español de la victoria. Y la carrera empezó puntual junto con la ilusión y los nervios de los que esperaban ver a Fernando Alonso, por tercera vez en su vida, campeón del Mundo.
En la salida ya empezaron los sucesos inesperados. Michael Schumacher hace un trompo y Vitantonio Liuzzi se estampaba contra el Mercedes del alemán lo que obligaba al 'safety car' a salir a la pista hasta la sexta vuelta. Los aficionados se echaban las manos a la cabeza porque Fernando Alonso no lo estaba dando todo desde el primer momento y había dejado que Button le adelantara en la salida.
La estrategia que seguía Ferrari no iba del todo mal. La entrada en boxes del asturiano fue como un suspiro y eso hizo saltar de alegría a todos al ver cómo el piloto español se reincorporara a la carrera por delante de Webber, su gran rival en este Mundial, aunque por detrás de Nico Rosberg y Vitaly Petrov. El asturiano necesitaba ser cuarto para ganar, siempre que Vettel conseguía seguir primero. Y lo sabían muy bien los laguneros que, entre cervezas, vinos, refrescos y gran variedad de pinchos, ibán perdiendo poco a poco las esperanzas de ver cumplido su sueño.
Mientras los técnicos de Red Bull cerraban los ojos durante las últimas vueltas rezando para que todo siguiera igual, los aficionados que se encontraban en el Bar Estadio también cerraban los ojos y esperaban el milagro de que «en la Fórmula 1 todo puede pasar». Y lo que tenía que pasar era un error de Vettel o que Alonso adelantara a dos de los pilotos que llevaba por delante.
Poco a poco, conforme se acercaba el final de la carrera, se iba haciendo el silencio en el bar. Los aficionados se tapaban la boca con las manos, signo claro de preocupación, al ver cómo Fernando se acercaba a Petrov para adelantarle sin éxito y se salía del circuito en varias ocasiones. «¡Esto sí que es mala suerte!», exclamaba una aficionada totalmente enfadada.
«Con lo malas que han sido las carreras de Petrov y esta vez no está cometiendo errores». Y si en la Fórmula 1 todo puede ocurrir y hasta la línea de meta no se gana una carrera, esta vez no sucedió absolutamente nada. Vettel ganó, se proclamó campeón del mundo y Alonso solo pudo ser subcampeón.
Los espectadores del bar, poco a poco, recogieron sus abrigos y con lágrimas en los ojos de los más pasionales y fieles a este deporte, se despedían tristes por haber acariciado hasta el último momento el mundial.
Lo bueno de estas personas es que llevan ya nueve años reuniéndose para vivir estas carreras y otros eventos deportivos. Alberto, el dueño del bar, recuerda alegre cómo él e Isidro, los dos que iniciaron esta peña, «cuando las carreras se celebran de madrugada nosotros hacíamos huevos fritos, chorizo y bacon y, si eran por la tarde, hemos hecho hasta lechazo. Hace algún año nos llegábamos a unir 80 o 90 personas». Esto es lo bueno del deporte, que une a las personas que tienen un mismo sueño y que les une un color o, en este caso, un campeón como es Fernando Alonso. «Este año no ha podido ser pero nos volveremos a unir para disfrutar todos juntos la próxima temporada».