Expulsión de gitanos
MOISÉS STANCKWICH ISERN BARCELONA
Domingo, 26 de septiembre 2010, 03:14
Se cumplen 70 años del inicio del Holocausto gitano. Sucedió en Buchenwald, donde a partir de 1938 fueron internando en bloques especiales a los gitanos. Hace unos años tuve ocasión de visitar este campo de concentración y aún no he olvidado el olor de sus crematorios. En aquel siniestro enclave, en enero de 1940, 250 niños gitanos fueron usados vivos y sin anestesia para experimentos médicos de resistencia al dolor hasta la muerte. En agosto de 1944, durante las primeras horas, 4.000 gitanos fueron gaseados e incinerados en Auschwitz-Birkenau, en 'La noche de los gitanos' ('Zigeunernacht')..., y así hasta 500.000 personas de esta etnia fueron asesinadas. Ahora gran parte de la población gitana europea vuelve a ser perseguida, tratada como chivo expiatorio de una crisis. No solo ha sido de Francia, sino también de Dinamarca, Bélgica, Suecia, Italia y Alemania de donde han sido expulsado gitanos; y en países como la República Checa, Hungría, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria la discriminación es cada vez mayor y violenta, países algunos de ellos cuya cultura e historia no pueden entenderse sin la aportación de sus gitanos. El presidente de la Unión Romaní de España, Juan de Dios Ramírez-Heredia, en un comunicado estremecedor plantea la siguiente pregunta: «¿Y si se repite el genocidio?». Una mayoría de ciudadanos juzgan exagerada tal exclamación y llegan incluso a justificar las expulsiones. Y con el silencio, nos hacemos cómplices de tanto dolor, una vez más.