El pescado del 'Mar de pinares'

El Restaurante Cabrera es todo un referente gastronómico entre los habitantes de la zona comprendida entre Cuéllar e Íscar. Situado en la localidad segoviana de Chañe, a tres cuartos de hora de Segovia y a media de Valladolid, se encuentra ubicado en la comarca del Carracillo, una de las zonas de Castilla y León con mayor producción hortofrutícola.

Hace ya más de 50 años que Santiago Cabrera y su esposa, María Luz Manso, trabajan en el mundo de la hostelería. De hecho, Santiago es la tercera generación que se dedica en cuerpo y alma a su restaurante.

Una trayectoria profesional que les ha hecho merecedores de un homenaje por parte de la Asociación de Hostelería Segoviana, en la XVIII Semana de Cocina de dicha ciudad celebrada el pasado mes de Abril.

Actualmente, ambos siguen regentando el negocio con el que empezaron ayudados por sus hijos, Nacho y Eduardo. Dicho negocio sufrió una profunda remodelación en el año 2002, cuando decidieron transformar el bar de toda la vida en un moderno restaurante para más de un centenar de comensales. Unas agradables instalaciones en las que el cliente se siente envuelto en el ambiente castellano en el que están decoradas.

Una barra de bar donde degustar unos aperitivos es paso obligado al comedor de dos alturas, en el que hay que destacar la planta baja, donde está situada la bodega, con un buen número de referencias vitivinícolas, entre las que destacan los vinos de la Bodega La Mejorada, en Olmedo.

Sí por algo ha ganado fama a lo largo de los años, ha sido gracias a sus excelentes pescados y mariscos a la plancha, destacando el rodaballo y los carabineros. Otros platos a reseñar de su variada carta son el rape en salsa con carabineros y el pollo de corral, guisos a los que Mari Luz les da un punto muy especial.

Además de sus especialidades, el Restaurante Cabrera ofrece unos menús degustación económicos, por 20 euros, variables en su composición a lo largo del año, que están teniendo una gran aceptación entre sus clientes. El menú para este verano comienza por una tosta de jamón y tomate. Continúa con una refrescante ensalada de naranja, balacao ahumado y pasas.

Después, unos langostinos a la plancha, seguidos por una brocheta de atún con melón y piña a la parrilla, un contraste original de sabores.

Para finalizar, un plato de carne compuesto por secreto de cerdo y pimientos del piquillo. El postre es una tulipa de helado de nata con las ya famosas fresas del Carracillo. Todo ello acompañado por un vino verdejo Ayre de Bodegas Verdeal. Un menú ideal para cenar en estos tiempos de crisis.

Además, se puede aprovechar la visita al restaurante Cabrera para hacer un poco de turismo, tanto en la localidad de Chañe como en las vecinas Íscar, Cuéllar o Coca, y descubrir sus impresionantes castillos.