«El cine debe reencontrarse con su publico»

Manuel Hidalgo nació hace casi 57 años en Pamplona y es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. En el apartado del cine, ha trabajado como guionista en películas como 'Una mujer bajo la lluvia', 'El portero', 'Nubes de verano' o 'Mujeres en el parque'. Es autor de novelas como 'El pecador impecable', con la que consiguió ser finalista del premio La sonrisa vertical, o 'Lo que el aire mueve', con la que se ganó el premio Logroño de Novela. También está especializado en crítica cinematográfica y ha escrito diversos ensayos acerca del tema.

-Usted es un hombre polifacético que ha tocado muchos campos ¿Con cuál se queda?

-En realidad lo que pienso, y siempre digo, es que mi campo sólo es uno: la escritura. Escribo novelas, algún ensayo y artículos. No me puedo quedar con ninguno porque las tres variables de la escritura me gustan, y me gusta por encima de todo la esencia de estos ámbitos, que es vivir, observar, contar historias y dar una visión de la vida y de uno mismo, ya sea en el cine, en la novela o en el articulismo.

-¿Cómo ve la actuación de la mujer en el mundo de la literatura?

-Las cosas han cambiado mucho a lo largo de la historia, aunque la mujer como escritora sigue siendo minoritaria. A lo largo de la historia ha tenido una presencia casi insignificante. La mujer que escribe o la que lee resulta sospechosa durante muchos siglos, porque eran pocas las que podían acceder a ello, en su educación no se contemplaba la posibilidad de la ilustración, sino más bien la de formar a la mujer para las tareas domésticas, o para el matrimonio. Sabemos que durante siglos y siglos son minoría en la escritura. Luego empiezan a aparecer muy significativamente mujeres escritoras y en el siglo XVIII y XIX empieza a ser notoria su presencia, no porque sea mayoritaria, ni abundante, sino porque algunas mujeres se hacen notar, como por ejemplo las hermanas Brontë, y en España, Emilia Pardo Bazán. Ya en el siglo XX, como es normal, se regulariza la percepción de la mujer en todos los ámbitos. Se empiezan a ver como sujetos de sabiduría y capaces de desarrollar una profesión. Se va normalizando y homologando la presencia de la mujer. Esto da lugar a una discusión bizantina sobre si las mujeres aportan una mirada propia o no. Yo creo que naturalmente hay de todo, pero que es perceptible en la literatura femenina una serie de temas y observaciones que creo que son propios de la mujer, aunque otros opinan que no se distingue de los temas de los hombres.

-¿Y dentro del mundo del cine?

-Desde el punto de vista del cine la situación es similar. En el cine la parte más visible de las mujeres es su faceta como actrices, pero también había oficios para ellas como asistente del director. Pasado un tiempo, los datos dicen otra cosa. Los datos puramente estadísticos reflejan que la mujer como directora supone un 10% . Esa minoría va acompañada de una sensación de que la presencia de la mujer en el cine se deja notar. Hay oficios o especialidades en los que por distintos motivos no acaban por entrar como pueden ser en el montaje de fotografía. Pero sí hay mujeres productoras, guionistas, directoras de castings, y, por supuesto, trabajos tradionales de mujeres como son las maquilladoras o peluqueras.

-El cine español no pasa por su mejor momento. ¿Qué haría usted para relanzarlo?

-Lo qué ocurre con el cine español es un problema muy complejo. La única cosa que se me ocurre decir al respecto es que el cine español tiene que reecontrarse con su público, tener unas condiciones favorables de autoestima, que la sociedad española aprecie el cine español, esto es lo que hay que conseguir. El cine es un arte que nos habla de la realidad, de la fantasía y de la imaginación, pero hay una parcela muy importante que es la realidad, y la realidad en España está muy tratada por la televisión , y la dosis que necesita el espectador de realidad la obtiene a través de las series de televisión. El cine americano ha impuesto, por su valía y por su capacidad económica, política e idiomática, un modelo de cine basado en un gran presupuesto, en la aventura, en los efectos especiales, y con eso no se puede competir. Hay que buscar otras zonas de referencia para competir con eso.

-¿Qué relación hay entre el cine y la lectura?

-La imagen de un hombre o de una mujer que están leyendo es irrelevante. Alguien sentado que lee es una imagen que es poco propicia para el cine, cuyas virtudes se agotan muy pronto, es un tema estático.

-A lo largo de su carrera ha conseguido varios galardones ¿Qué más le gustaría conseguir?

-Me gustaría conseguir la continuidad, que como siempre en el futuro nunca está conseguido. La escritura es mi trabajo, mi pasión, mi oficio y mi sustento, y lo que espero conseguir es que el oficio de escribir me acompañe hasta el fin de mis días. En definitiva, seguir escribiendo y vivir de escribir hasta el final.