Louis Chiron, la excelencia de Mónaco
Nacido en Montecarlo en 1899, debutó en 1923 y treinta años después aún competía
SANTIAGO DE GARNICA
Lunes, 17 de mayo 2010, 02:59
Mónaco, en plena 'belle epoque' un joven que trabaja en el lujoso Hotel de Paris, se enamora de los lujosos automóviles que duermen en el garaje mientras su ricos y aristocráticos dueños disfrutan de los placeres que les ofrece la 'Société des Bains de Mer' como el Casino, la Opera o el propio Hotel.
Pero entre 1914 y 1918 los cañones terminan con este periodo y al final de la guerra el joven Louis (su padre era franco monegasco) es reclutado. No hay muchos soldados que, como él, sepan conducir por lo que se convierte en chofer nada menos que de los mariscales Ferdinan Foch y Philippe Petain.
Terminado el conflicto vuelve a la vida civil donde ejerce de profesor de conducción e incluso de baile pero en 1923 le llega la oportunidad que esperaba; pilotar en las carreras.. Las puertas se las abre Ernest Friederich, antiguo piloto Bugatti y que posee una concesión de la marca de Moslsheim en Niza. Debuta con un Brescia y pronto se pone al volante del nuevo 35 donde demuestra que es algo más que un buen aficionado y no tarda en subirse a un verdadero coche de carreras, el 35B , en 1928. En esa época aún no existe el mundial de pilotos (que no nacerá hasta 1950) y los cambios continuos de reglamentación hacen difícil establecer una jerarquía de pilotos desde una perspectiva histórica pero en cualquier caso Chiron con sus triunfos en los Grand Prix de España, Italia, San Sebastián, Marne-Reims, Roma y Antibes-Costa Azul, habría ganado el título de campeón de haber existido este como tal.
En 1929 ganará los Grand Prix de Alemania y, nuevamente, el de España. En 1931 aparece el poderoso 51, con motor de 2,3 litros y compresor, una de las grandes leyendas de la historia del automóvil de competición y para muchos el mejor Bugatti de carreras de todos los tiempos. Con el ganará en casa, el Grand Prix de Mónaco y los de Francia y Checoslovaquia. Y en la siguiente temporada los de Niza, Dieppe y Checoslovaquia.
En esta época es ya considerado como la gran figura del automovilismo de ahí que su abandono de Bugatti cause una verdadera conmoción. Y es que había decidido crear su propio, lo que hace junto a otro de los grandes, el alemán Rudi Caracciola, y así nace la Scudería C-C que proyecta correr con los Alfa Romeo Monza en la temporada de 1933. El proyecto se rompe a causa del grave accidente de Caracciola en Mónaco y Chiron entra la 'Scudería Ferrari', el equipo que defiende los intereses oficiales de Alfa Romeo..Allí pilotará el fantástico P3 y el fabuloso 'Bi-Motore' de 540 cv. El palmarés del monegasco crece carrera tras carrera.
En 1934 nace la famosa Fórmula 750 kilos y los todopoderosos equipos Mercedes y Auto Union irrumpen en el panorama de los Grand Prix con todo el apoyo de la Alemania Nacionalsocialista a sus espaldas . Para los Alfa del equipo de Enzo Ferrari, con Chiron y Nuvolari, es difícil hacer frente al poderío de estas formaciones con pilotos como Caracciola, Fagioli o Von Brauschits que conducen los Mercedes, o a los revolucionarios Auto Union de motor central posterior de Stuck y Momberger. Pero aún con todo Chiron y su Alfa logran en Monza ante 80.000 espectadores el triunfo en una de las consideradas como más bella carrera en la historia del automovilismo.
El retorno
Terminada la II Guerra Mundial, Chiron ha perdido todo, sus bienes han sido confiscados y está prácticamente arruinado, pero no ha olvidado la competición. Tiene 47 años. Ya no es tan rápido como antaño pero tiene una excelente forma física y una enorme experiencia que le permiten volver a vencer en los Grandes Premios de Francia y Comminges del año 1947, al volante de un viejo Talbot. Unos le llaman 'el zorro' por su habilidad y los británicos 'el padrazo' por la edad. pero sigue siendo uno de los mejores. En 1949 muchos no salen de su asombro al ver a aquel cincuentón y su pesado y vetusto Talbot Lago imponerse a los jóvenes Fangio, Villoresi o Bira en el Gran Premio de Francia.
Parece que llega su definitiva retirada cuando en el año 1950 nace el Campeonato del Mundo de Pilotos, tal como lo conocemos hoy día. El 13 de mayo de 1950 en Silverstone se celebra el primer GP de la nueva era. Y allí al volante de un Maserati está Louis Chiron. Y no lo hace como un comparsa; una semana después se disputa el Gran Premio de Mónaco. Con su Maserati privado es tercero por detrás de los Alfa Romeo y Ferrari de Fangio y Ascari. Y seguirá en el mundial varias temporadas donde disputará quince grandes premios, con Osca, Maserati, Talbot, Lancia.
Pero llega el final de su presencia en los Grand Prix; es el 22 de mayo de 1955 en Mónaco, no podía ser otro lugar, y al volante de un Lancia D50 oficial con el que acaba en la sexta plaza, ¡cuando estaba a menos de tres meses de su 56 cumpleaños! Seguirá ligado a su Grand Prix de Mónaco durante años, como director de carrera hasta los años setenta y fallecerá por enfermedad en 1979 en Mónaco, donde había nacido en 1899.
Jovial, mundano, capaz de codearse con la aristocracia o las cabezas coronadas de Europa, aquél botones del Hotel de París al que fascinaban los coches a principios de siglo, no solo pasará a la historia por ser el piloto de mayor edad que ha disputado un Gran Premio de F1, sino por haber sido uno de los grandes en la década dorada.