El uso de la píldora del día siguiente con control médico baja de 99 a 29 al mes

Evitar los embarazos no deseados y reducir el número de interrupciones voluntarias de la gestación. Son los argumentos que llevaron al Ministerio de Sanidad y Política Social a modificar el estatus de la llamada 'píldora del día siguiente' para que las mujeres pudieran conseguirla sin receta médica. Cambió así el pasado día 28 de septiembre del 2009 el método de acceso a de este fármaco anticonceptivo hormonal de urgencia. Y mientras hasta entonces sólo lo podían usar las mujeres con control facultativo, es decir, con prescripción médica en el propio centro de salud donde era facilitado sin necesidad de ir a la farmacia o en esta oficina pero con una receta prescrita por un médico de la red privada, a partir de esa fecha, aunque Sacyl ha mantenido su gratuidad y recomendado su atención dentro del sistema asistencial, las cifras indican una clara tendencia a escapar del control médico.

Una comparativa de los datos de uso de la píldora postcoital del cuarto trimestre del 2008 y del 2009, es decir, de los mismos tres meses con receta y sin necesidad de ella, constatan una clara caída de su empleo en el centro de salud. Sacyl registraba en dicho periodo 297 casos en la provincia en el 2008, es decir, una media de 99 mujeres que acudieron a su ambulatorio en busca de este tratamiento cada mes. Un año más tarde, y tras la posibilidad de evitar la receta y acudir directamente a la farmacia, esta cifra ha bajado a 88 pacientes al trimestre, una media de 29 al mes.

Un descenso que no ha sido de consumo, como destacan responsables farmacéuticos, sino de desplazamiento e, incluso, se ha producido un aumento. Y ello, pese a que en el centro de salud su dispensación es gratuita y en una farmacia cuesta entre 18 y 18,76 euros según el laboratorio, aunque el principio activo es el mismo.

La respuesta al cambio del estatus del medicamento ha sido similar en toda la comunidad. El descenso en Castilla y León ha sido de 4.252 jóvenes atendidas por esta razón en los centros de Primaria en el último trimestre del 2008 a 1.714 en el del 2009. Valladolid es la provincia en la que mayor ha sido el descenso. Palencia, León y Burgos mantienen unas cifras proporcionalmente más altas en la elección de un seguimiento médico, mientras en Zamora se ha reducido prácticamente a una tercera parte.

En cuanto a la venta en farmacias, es difícil conocer con exactitud el número de envases vendidos, ya que el colegio oficial sólo dispone de los datos de distribución de las compañías farmacéuticas, que indican cuánto almacenan las farmacias, pero no necesariamente si ha salido a la venta.

No obstante, las cifras facilitadas por el Colegio de Farmacéuticos de Zamora, en colaboración con las cooperativas distribuidoras, Cofares y Zacofarva, revelan un claro aumento de la demanda por parte de las oficinas y, mientras en abril del 2009 se distribuyeron 27 fármacos, sólo desde Cofares, el pasado mes de octubre ya fueron 193 y en enero de este año, 148.

La media mensual si se contabilizan ambas distribuidoras arroja una cifra de 180, teniendo en cuenta que en lo que va de año se han distribuido un total de 342 y que aún no ha terminado el mes de febrero. Aunque es cierto que estos datos no equivalen a ventas sí es indicativo del mayor número de peticiones de las farmacias, porque venden más envases.

El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zamora explica que los profesionales no suelen poner pegas para vender este producto, ya que, además de que la nueva norma autoriza la adquisición la píldora del día después a partir de los 16 años, la Ley de Autonomía del Paciente del 2002 establece los 16 años como edad para tomar decisiones sobre la propia salud.

Información sanitaria

Lo que sí hacen los profesionales es informar y asesorar, puntualiza José Espinosa. Así, a las usuarias que acuden a la farmacia «se les hace una encuesta mínima», que incluye, por ejemplo, la pregunta sobre la edad. Además, se les entrega un tríptico del Ministerio, en el que se hace una descripción de cómo tomar la píldora y sobre los métodos anticonceptivos de uso normal. «Sobre todo, se trata de concienciarles de que es un anticonceptivo de urgencia, no de uso habitual». Espinosa indica que se les aconseja no repetir su uso.

Respecto a la conveniencia de que se dispensen con receta médica, Espinosa señala que «mi criterio personal es que deberían hacerse antes un test de gestación, algo que sí se hacía cuando iban al centro de salud o a otra consulta». Un test de embarazo, explica, evitaría tomar la píldora si no es necesario.

La edad media de las mujeres que acuden a la farmacia a solicitar este anticonceptivo es de entre 17 y 20 años, indica el presidente del Colegio de Farmacéuticos. En general, las jóvenes van acompañadas de una amiga; sólo ocasionalmente, de su pareja.

Zonas urbana y de veraneo

«Es un fármaco mayoritariamente de zona urbana y semiurbana, de zonas de veraneo y de fines de semana», resume José Espinosa. El consumo es menor en el medio rural, pero por una razón elemental, «en los pueblos hay menos gente joven». Puntualiza que, aunque en cifras absolutas es menor el uso en el medio rural, quizá la proporción de consumo respecto al número de mujeres jóvenes que hay en los pueblos es similar a la de las zonas urbanas.

Además de la capital , Benavente y, en menor medida, Toro, como áreas urbanas y semiurbanas, entre las zonas de mayor uso está Sanabria, por la afluencia turística y, en este caso, se trata, claro, de mujeres de fuera, que han venido a pasar el fin de semana o unos días de vacaciones.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Castellano y Leonesa de Médicos de Familia, Miguel Ángel Díez, destaca que el problema no es sólo que no haya un seguimiento médico «sino que nos impide reclutar a estas pacientes». «Antes aprovechábamos la ocasión para aconsejar métodos anticonceptivos seguros, no sólo para evitar un embarazo sino enfermedades sexuales o el sida, y mostrar a la paciente que el secreto profesional se guarda, la confidencialidad y la intimidad, y que no tiene nada que temer. Ahora nuestra capacidad de prevención es muy limitada», destaca.