Con Jaric y Llul es suficiente
El Real Madrid se deshace de un correoso Joventut a base de triples
AMADOR GÓMEZ
Sábado, 20 de febrero 2010, 02:15
También se cumplieron los pronósticos en el último partido de cuartos de final, porque el lento y pesado, pero muy efectivo rodillo del Real Madrid, sometió al limitado Joventut para repetir las semifinales que los blancos disputaron hace tres años en Málaga ante el Baskonia. Entonces ganaron los madridistas, para perder después la final ante el Barça. Este sábado podría repetirse la historia, porque el Madrid, pese a sus dudas y altibajos, se ha presentado en Bilbao con ansias de revancha por sus últimos fracasos y está obligado a conquistar esta temporada un título, aunque disponer de tan poco descanso en esta Copa no le beneficia nada.
Con una tregua de menos de 24 horas al Madrid le espera el campeón, tras dar una lección de sobriedad y eficacia frente a uno de los representantes del baloncesto alegre basado en el contraataque y el tiro exterior, que contra el gran favorito del duelo se estrelló con los triples (4 de 24). El Madrid, salvo en un tercer cuarto en el que se complicó la vida y vio reducida una ventaja de 17 puntos (60-43) a sólo siete (63-56), fue un martillo insistente, imposible de desactivar por la 'Penya'. Sobrio, pero muy sólido y solvente, liderado por quien se esperaba, Llull, y por un Jaric recuperado por Messina para volver a hacer grande a este Real Madrid que no divierte pero sí convence cuando se sacrifica en defensa y en el rebote, aunque ande corto de poderío interior.
Jaric ha criticado que al Madrid le faltaba carácter cuando él llegó procedente de Memphis en el mes de diciembre, pero el base-escolta serbio no podrá quejarse de la actitud de su equipo en el estreno de la Copa. Él, con 34 puntos de valoración, fue el principal verdugo del Joventut (7 de 9 en tiros de dos y 3 de 5 triples) y quien levantó con su talento y mano a sus compañeros, en las buenas y en las malas, aunque Sergio Llull también tuvo un enorme protagonismo y estuvo genial para romper desde fuera (seis triples de nueve intentos), y no sólo cuando peor pintaba. Responsable también de que el partido perdiese la escasa emoción en el tercer periodo fue Clay Tucker, el arma exterior de la 'Penya' que, marcado por Kaukenas y Jaric estuvo negado, pero cuando hizo despertar a su equipo cometió dos personales seguidas por falta de templanza. La que tuvo durante todo el encuentro el Madrid, cuyo segundo cuarto resultó demoledor gracias a su trabajo defensivo, su capacidad para superar la zona verdinegra y, sobre todo, a la resolución ofensiva de Jaric: 6 de 8 en tiros de campo y tres asistencias antes del descanso. Con la compañía de Llull, el Joventut no tuvo opciones. Dos 'cracks' en los que pueden confiar los madridistas. Y sin Bullock, que lesionado en un dedo no jugó un minuto. El Madrid no le necesitó.