La brecha digital aumenta en familias con pocos estudios
Un estudio de la UPV revela que estos padres tienen menos confianza al usar los medios digitales con sus hijos
e. m.
Martes, 22 de septiembre 2015, 17:15
En las familias donde los padres tienen menores niveles de educación se percibe una mayor brecha digital generacional entre ellos y sus hijos. Al mismo tiempo, estas familias disponen de un alto nivel de equipamiento informativo, lo que subraya la necesidad de apoyo institucional relativo a su formación digital.
Esta es una de las principales conclusiones del informe de la red de investigación EU Kids Online de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en colaboración con la Comisión Europea dentro del proyecto 'Niños pequeños y tecnología digital'. El estudio señala que como los niños utilizan los dispositivos electrónicos cada vez a edades más tempranas, los padres deben aprender nuevas formas de supervisar el uso que hacen sus hijos de los medios digitales.
Basándose en una investigación cualitativa con 70 familias que tienen hijos menores de 8 años en siete países europeos, este informe analiza cómo el nivel de ingresos y educación de los progenitores influye sobre la mediación parental de los medios digitales. Las mayores diferencias entre las familias se dan en relación con el nivel de ingresos y de educación de los padres.
Según el estudio, en las familias con mayores ingresos y mayor nivel educativo el esfuerzo por promover actividades offline para los niños, limitando las actividades digitales domésticas, va acompañado de una amplia y diversa gama de prácticas de mediación.
Para muchos de estos padres el uso de medios digitales forma una parte importante de su vida laboral (incluso en el propio entorno doméstico), lo que contribuye a animar a actividades offline a sus hijos.
Los padres entrevistados expresaron su preferencia por recibir orientación y apoyo desde las instituciones educativas, lo que contrasta con la escasa orientación que dicen recibir actualmente de estas instituciones y lo poco que saben sobre las actividades de los niños y niñas fuera de casa. Es recomendable, por tanto, -subraya el informe- desarrollar programas públicos en los centros educativos que sirvan para ayudar a las familias.