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Íñigo Barrán, fundador de Easysurf.
Las tablas de surf, ahora a motor

Las tablas de surf, ahora a motor

La empresa Easysurf apuesta por innovar para cambiar las condiciones de este deporte y convertirlo en apto para todos los públicos

edurne martínez

Jueves, 13 de agosto 2015, 08:00

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El mundo de los deportes es uno de los que menos ha cambiado en los últimos años por la poca incidencia que tiene sobre ellos los avances de la tecnología. Jugar al fútbol, salir a correr o echar un partido de tenis sigue siendo cosa de entrenamiento y capacidad física. Por eso, es relevante que una empresa española haya sido la primera en revolucionar un deporte tan tradicional e incluso artesanal como es el surf, introduciendo un punto tecnológico único hasta ahora: las tablas con motor.

Las tablas Jetson cuentan con un panel de control con cinco botones (para cambiar de marcha) y luces led que informan de su estado. Las dos primeras marchas son para remontar y llegar hasta el lugar donde rompen las olas y las dos siguientes para coger la ola. «El ejercicio de llegar hasta el lugar adecuado para surfear es muy complicado y en días malos cuando llegas a coger olas ya estás agotado», explica a Innova+ Iñigo Barrón, cofundador de la empresa.

Con su sistema se pueden coger diez veces más olas que con tablas de surf tradicionales. «Los surfers normalmente se quedan esperando a que llegue una ola buena porque, como cuesta tanto volver, no se arriesgan a coger una que no les lleve a la orilla. Pero con las tablas de surf Jetson puedes volver al punto en el que estabas con solo apretar un botón», destaca el empresario.

Otro problema habitual del surf es que cuando uno se cae, las olas que vienen detrás empiezan a remolcarle y salir de ahí es complicado. Ahora, los surfistas «pueden apretar el botón de máxima potencia y salir perfectamente». Por otro lado, Barrón asegura que «no es necesario un curso previo para empezar a surfear con estas tablas, como sí ocurre con las convencionales», aunque recomienda un día de entrenamiento con un especialista. «Es un sistema muy intuitivo, si eres un poco habilidoso el primer día ya te puedes poner de pie».

Por todo esto, Barrón destaca que estas tablas sirven para que cualquiera, independientemente de su forma física, pueda practicar surf, «un deporte que muchos no prueban por lo complicado y cansado de los primeros días». El empresario tenía la idea desde 2012, cuando un cliente de su consultora Ramón Silva le propuso crear «una tabla que permitiera proporcionar las sensaciones del surf a cualquier persona y ayudara a vencer la barrera de entrada de este deporte».

Un año desde su lanzamiento

Sin embargo, no fue hasta finales de 2014 cuando, tras conseguir la financiación, lanzaron la primera serie. Para ello contaron con la ayuda de Marcos Slash, el segundo fabricante de tablas de España. «Nosotros nos hemos encargado de la parte tecnológica, un buen motor y que la batería aguante, y él de que las sensaciones fueran las mismas que con una tabla de surf normal», explica Barrón.

El empresario reconoce que para el surfista puro, «el que duerme en la furgoneta y solo piensa en surf» esta tabla no le va a convencer, porque «el producto es caro para él y porque no sabe que el surf no consiste en remar ni en estar flotando encima de la tabla horas y horas hasta que llegue una ola buena, sino que el surf consiste en coger todas las olas que se pueda».

En cambio, Barrón asegura que en las pruebas que han hecho, cuando los más reacios se atreven a probarlas «salen con una sonrisa del agua». Pero, ¿de qué precio estamos hablando? «Unos 2.000 euros», afirma el director. Hasta ahora, han tenido mucho éxito y han vendido las 30 tablas que han fabricado. Su objetivo es «industrializar» el negocio todo lo posible dentro de un mundo «tan artesanal».

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