Dime qué avatar tienes y te diré cómo eres

Un avatar es la imagen que nos representa en Internet. Puede ser una foto de cualquier tiempo (no tiene ni que ser propia) o un personaje creado por nosotros para vivir en un mundo virtual. Se usan en videojuegos, redes sociales, foros, etc.

Un grupo de investigadores de la Universidad de York se ha propuesto comprender las impresiones que nos dan las personas que encontramos en internet, así como los prejuicios basados en apenas un nombre, un avatar y a lo sumo una pequeña descripción. Este estudio se ha publicado en Personality and Social Psychology Bulletin.

Resultados del estudio

Según el análisis, en base a un avatar, algunos rasgos de personalidad se comunican con más precisión que otros. Por ejemplo, era más fácil percibir cómo de extrovertida o ansiosa es una persona que percibir si está abierta a nuevas experiencias o es especialmente concienciada.

Aquellas personas que en su vida diaria son sociables tienden a comunicar este rasgo de su personalidad. Es decir, son también abiertos a la hora de crear su avatar en Internet. Aquellos que son más reservados lo transmiten también a través de su imagen en internet.

Del mismo modo, las personas que son más agradables, es decir, con valores más promedio de personalidad en genera, tienden a utilizar avatares que provocan intenciones de amistad en los demás, por ejemplo, con los ojos abiertos, una sonrisa o una mueca.

En contraste, los avatares con una expresión neutra (o cualquier otra expresión que no sea una sonrisa), pelo corto y/o negro, un sombrero y/o gafas de sol eran menos propensos a provocar intenciones de amistad. Por el contrarrio hay señales que se relacionan directamente con la amabilidad y las intenciones de amistad: los ojos abiertos y el pelo castaño, se percibe como algo positivo mientras una expresión neutra, se percibe como un rasgo negativo en la personalidad.

También se examinaron diferencias de género en el estudio. Los investigadores encontraron que cuando clasificaban avatares creados por mujeres, los perceptores tendían a calificarlo como más abiertas y más peleonas, incluso después de tener en cuenta las características reales de la chica que los había creado.

Basados en estudios anteriores, los investigadores esperaban que las personas se utilizaran el género a la hora de hacer sus juicios sobre la personalidad, pero, sorprendentemente, el género del avatar no influyó en estos juicios de la forma estereotipada que se esperaba. Según uno de los psicólogos que han participado en el estudio parece que Internet activa esteriotipos de género diferentes a los que se activan en la vida real. Y apunta que hace falta más investigación para explorar este aspecto.

Los avatares empleados en el estudio eran básicos. Los investigadores advierten que a la hora de crear avatares más complejos, por ejemplo, en el Word of Warcraft hay que ser cautos ya que el nivel de especificidad de estos es mucho mayor.

Pero sin duda, el estudio muestra que la creación de un avatar no es trivial y que éstos expresan rasgos de la personalidad del usuario que les ha dado forma.