Los datos de 2024 confirman el primer descenso de los suicidios en más de un lustro

2023 marcó el primer retroceso de este tipo de muertes en más de un lustro y la primera mitad de 2024 apunta a un posible fin de la tendencia al crecimiento permanente y continuado de los suicidios registrado en nuestro país en la última década y media, que además se aceleró con el 'shock' personal y social desatado por la pandemia de coronavirus.

La buena noticia, de hecho, parece completa porque, los datos definitivos y detallados del año pasado proporcionados hoy por el INE indican que no solo bajaron los suicidios entre los españoles adultos sino que también lo hicieron entre los jóvenes y adolescentes, frenando lo que era una auténtica epidemia que tenía alarmados desde hace dos años a médicos, ONG y familias.

El avance informativo del primer semestre de este año recoge que se quitaron la vida en nuestro país 1.842 personas, que son 125 menos que en igual período de 2023, que ya fue un ejercicio de retroceso. De hecho, los datos indican que el ritmo de reducción de muertes por autolisis ha aumentado en España en la primera mitad de este año, pues la bajada fue del 6,3%, dos veces más veloz que la de todo el año anterior, cuando hubo una caída del 2,6%.

Las cifras definitivas del INE señalan que 2023 se suicidaron en España 4.116 personas, 111 menos que un año antes, con una reducción del 2,6%. Este parón en la lista de aumentos encadenados desde 2016, con el único paréntesis (retroceso) de 2018, evita un nuevo máximo histórico. Aún así, lo fallecidos por autolisis en nuestro territorio aún superan las once personas diarias.

La suma del retroceso de los suicidios y del notable aumento de las muertes fruto de caídas accidentales, 4.158, hizo que en 2023, por primera vez en quince años, las autolisis no fuesen el primer motivo de fallecimientos por causas externas (las no vinculadas a una enfermedad) sino la segunda. Los suicidios eran la primera causa externa de muertes desde 2008, el año en que superaron a los decesos causados por los accidentes de tráfico, que siguen siendo hoy más de dos veces menos (1.827).

El segundo dato más positivo es que las muertes por suicidio entre los jóvenes y adolescentes españoles retrocedieron el año pasado por primera vez desde hace un lustro y cortaron su crecimiento rápido y constante. Truncaron, al menos por el momento, la tendencia que hizo que se elevaran casi un 50% entre 2017 y 2022. El año pasado fallecieron 203 menores de 25 años por suicidio. Quince niños y jóvenes menos que un año antes, con una reducción del 6,8% en doce meses, casi del triple que en el resto de la población.

Pese al retroceso, la cifra de inmolaciones juveniles aún es altísima. Lo positivo es que el descenso de decesos se produce en todas las franjas de edad. Los suicidios de menores de 14 años (10) son dos menos que un año antes; los de adolescentes de 15 a 19 años (66) son nueve menos y los de jóvenes de 20 a 24 años (127) rebajan en cuatro a los de un año antes. Entre los niños y adolescentes, los menores de 20 años, el parón supone caídas de entre el 12% y el 17% en un año.

El suicida tipo español sigue siendo un varón. Son hombres el 74% de los adultos fallecidos por este motivo, pero entre los niños y adolescentes, hasta la mayoría de edad, las diferencias por sexo son escasas. De hecho, entre los menores de 15 años hubo más chicas fallecidas que chicos (7 a 3), entre los adolescentes la cifra fue algo mayor en los varones, pero a partir de los 19 años la proporción ya es la misma que en el resto de adultos, de tres a uno a favor de los hombres. La franja de edad con más autolisis es las que va de 45 a 60 años.

El 024, el teléfono gratuito de 24 horas para la atención a la conducta suicida, ha recibido en sus dos primeros años y medio de funcionamiento más de 300.000 llamadas de afectados directos o de allegados. Son bastantes más de 100.000 peticiones de auxilio anuales y más de 400 de media cada día.