Cuatro ovejas, nuevas alumnas en un colegio francés
Reivindicación educativa ·
Un centro de la región francesa de Lorena matricula a estos animales de cara a alcanzar el mínimo de estudiantes exigidos para mantenerlo abierto
Los regidores de los pueblos han visto cómo se han quedado sin vecinos poco a poco y han buscado a lo largo de los años ... diferentes fórmulas para fijar población. La más habitual, la de ofrecer una casa gratis para que una familia se instale y lleve un negocio en la población y, además, se incremente la población infantil para dar más vida a los colegios. Una lucha que no solo se da en España, sino en todos los países donde desciende la población rural y baja la natalidad. En Francia han conseguido sacar los colores al Ministerio de Educación al matricular, con todos sus papeles, a cuatro ovejas llamadas John Deere, Marguerite Duprés, Phil Tondu y Valériane Deschamps.
Los cerebros de esta operación hay que buscarlos entre los padres y los responsables de la agrupación educativa intermunicipal (RPI, por sus siglas en francés) de Hermelange-Nitting-Voyer. Tres localidades del noreste del país, en la región de Lorena y cercanas a Alemania que apenas suman 1.200 habitantes entre las tres. Los pequeños se juntan en este RPI para dar clase. Pero hay un problema: el número mínimo para mantener esta unidad educativa es de 98 niños y solo hay 94 pequeños matriculados.
Así que decidieron coger a los 'alumnos' que tenían más a mano y los matricularon, cumpliendo con todos los requerimientos oficiales. «Tienen una ficha con sus apellidos, nombre y fecha de nacimiento», apuntó Loíc Firtion, presidente de la asociación de familias del colegio al medio Lorraine Actu.
Los nuevos alumnos aparecieron en el patio del colegio el lunes 6 de mayo. Sus compañeros de dos piernas estaban encantados de llegar a clase y encontrarse con las cuatro ovejas. Les costó entrar en clase. Lógico. John, Marguerite, Phil y Valériane eran la novedad del día y casi del curso entero.
Importancia de la escuela
Con esta medida, los vecinos de las tres localidades quisieron recalcar la importancia que tiene para ellos los colegios en las zonas rurales para fijar población y mantener su estilo de vida y recalcar la dejadez de las instituciones al respecto. «Ya que nuestros hijos están siendo contados como ovejas, llevamos el absurdo de este razonamiento a su conclusión lógica», apuntó el representante de las familias, que recalcó que la situación del colegio se da «en otros lugares de Francia» y lo que desean es volver al umbral anterior de alumnos, establecido en 90 alumnos. «Hemos hecho grandes inversiones en los pueblos, pero parece que eso da igual», indicó, por su parte, Bertrand Janson, alcalde de Voyer.
Es una situación que se repite en muchos municipios españoles, donde intentan que los niños sigan en sus colegios. Según el último informe del Consejo de Estado de Educación, los centros rurales agrupados acogieron a 71.537 alumnos de Educación Primaria y Secundaria en el curso 2021-22. Fue el 1,6% de los niños matriculados en estos niveles.
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