El nuevo comienzo de los viajes intergalácticos

El entusiasmo que despertó el reciente descubrimiento de la NASA del sistema TRAPPIST-1, con siete nuevos planetas similares a la Tierra, demuestra que los misterios del universo siguen encandilando a la especie humana. El interés por lo desconocido, por descubrir aquello que aún nos es ajeno, es una cualidad innata a nuestra especie y una de las razones por la que los juegos centrados en la libertad y la exploración tienen tanto éxito. Si a ello se suma el hecho de que esta eterna inquietud es también uno de los principales ingredientes de la ciencia ficción, la combinación de ambos factores en un videojuego es, cuanto menos, más que interesante. Es el caso de Mass Effect: Andromeda, nueva entrega de la conocida saga que invita a los usuarios a convertirse en los encargados de encontrar un nuevo hogar para la humanidad.

Mass Effect vio la luz por primera vez en 2007 para la consola Xbox 360 y más tarde también para PS3 y PC. Estaba protagonizado por el comandante Shepard, un soldado de élite que debía resolver los misterios de una antigua civilización muy avanzada pero ya extinta. Uno de sus principales méritos fue la capacidad que tenía el jugador para cumplir las misiones en el orden que prefiriese, lo que provocaba el desencadenamiento de unos acontecimientos u otros en la trama. A ello había que sumarle una gran labor narrativa que permitió al título tratar temas clásicos de la ciencia-ficción como el viejo conflicto humano vs máquina así como los peligros de las Inteligencias Artificiales avanzadas o la viabilidad de una alianza entre naciones y/o especies galácticas. Los usuarios no tardaron en abrazar la propuesta, y la marca se convirtió en todo un space opera que dio lugar a una trilogía.

Sin embargo, con Mass Effect 3 sus responsables, el prestigioso estudio Bioware, cerraron un ciclo con Shepard como protagonista y ahora se enfrentan al gran reto de ofrecer a los usuarios una experiencia tan buena o mejor, pero enmarcada en otro contexto. Ese es el papel de Mass Effect Andromeda. La historia comienza tras un viaje de 600 años a la galaxia de Andrómeda, con una tripulación en busca de un nuevo hogar para la especie humana. A los mandos de uno de uno de los hermanos Ryder, nombrado Pionero, los usuarios liderarán un grupo de expertos exploradores encargados de hacer las labores de reconocimiento del terreno. ¿Son planetas habitados? Y si lo son, ¿recibirá la humanidad una cálida bienvenida? Estas y otras preguntas se responden a lo largo de toda una aventura que, en palabras de Aaryn Flynn, director del estudio, «busca recuperar todo lo que a nuestros fans les encanta, como los grandes personajes y los combates, y añadir más énfasis a la exploración». Esta última es una de las principales novedades del juego, cuya nueva galaxia incluye un total de 5 planetas a explorar en detalle y con una gran variedad de tareas por hacer. Los hay de todo tipo, cada uno con su fauna, flora y clima y su descubrimiento se articula a lo largo de una trama centrada en la familia Ryder y el futuro de las personas.

Desde luego, la exploración se convierte así en el gran atractivo de una aventura que repite esquemas. Quizás incluso demasiado, pues pese a que en la historia del juego los protagonistas han viajado muy lejos, hay elementos demasiado similares a la trilogía original. Es el caso de Nexus, el equivalente a la metrópolis galáctica Ciudadela que servía de base de operaciones para el usuario. Eso sí, también está repleta de tareas por hacer y personajes con los que hablar. En este sentido, los diálogos se han visto mejorados con una mayor variedad de tipos de respuesta que podemos elegir. Y es que, si bien en los títulos anteriores todo se basaba en elegir entre ser agresivo o conciliador, en esta ocasión los parámetros son cuatro: lógico, emocional, informal o profesional.

Un gran añadido que en ocasiones se ve emborronado por partes del guion no tan bien escritas. Regresa también la gestión de la tripulación, punto clave de la saga en general. Asimismo, el sistema de combate se ha hecho más dinámico y directo, aunque ha perdido en profundidad. Eso sí, la expansión del terreno por explorar ha multiplicado los contenidos y tareas, así como el número de amenazas que pondrán en constante prueba al jugador, forzándole a utilizar entornos destruibles, movimientos verticales con saltos de propulsión, armas personalizables, poderes bióticos y otras herramientas. La posibilidad de evolucionar al personaje en distintas clases al mismo tiempo ofrece una mayor variedad táctica que mejora considerablemente los enfrentamientos.

Mass Effect Andromeda incluye también un modo multijugador cooperativo que, si bien no es su gran fuerte, sí que es digno de elogio el trabajo de Bioware por hacerlo fluido y frenético, con misiones cooperativas en la que los usuarios deberán cooperar para hacer frentes a las continuas oleadas enemigas. Cabe destacar que, pese a que el juego se ha estrenado con defectos técnicos, como algunas animaciones impropias de la marca, lo cierto es que ya están trabajando en resolverlos y no empañan una experiencia que sabe aprovechar la principal arma de la ciencia ficción: enfrentarse a lo desconocido para replantearse la propia condición humana. Gustará a aquellos que disfrutaron la trilogía original y es un gran paso adelante en lo que a exploración se refiere. Pese a que se esperaba una mayor innovación, sí que invita a tener esperanzas para este nuevo comienzo de la franquicia.