Valladolid

Jesús de la Esperanza congrega a cientos de personas en la primera procesión de la Semana Santa

Perdón y Esperanza. La denominación de la primera de las procesiones bien parece heredera del pregón de hace una semana, cuando el pregonero pedía a las cofradías vallisoletanas más hermandad y participación. Tal cual. Porque el pórtico procesional de la Semana Santa de 2024 congregó el viernes noche a muchos ciudadanos con ganas de ver, acompañar y seguir a la Cofradía de la Sagrada Cena: desde la salida de la Iglesia de San Pedro Apóstol hasta la llegada a la Catedral, incluidas varias calles como San Martín o Angustias donde había cientos de espectadores y devotos. Una unión de cofrades de número de otras hermandades con cofrades de acera que arroparon a esta sacramental: «Teníamos muchas ganas de ver procesiones, de contemplar la puesta en escena de las cofradías en la calle y más con las previsiones meteorológicas tan adversas de los días venideros. Salvamos este fin de semana y luego Dios dirá y la naturaleza dispondrá», comentaba un grupo de amigos al paso de este desfile por la calle Chancillería al tiempo que animaban al resto de ciudadanos «a disfrutar al máximo» de estas primeras procesiones.

Valladolid vivió un Viernes de Dolores con numeroso público en un desfile donde 24 hermanos de carga portaron a hombros a Jesús de la Esperanza, que salió puntual de su templo tras las banderas, la sección infantil, manolas… ante la atenta mirada de la Virgen del Sagrario, la talla de la hermandad que en esta ocasión se quedó en casa pero que el próximo Jueves Santo saldrá por primera vez a las calles en Semana Santa en lo que significa una alegoría de la maternidad de María y su condición de sagrario primario del Señor. Es más, muchos cofrades de la Sagrada Cena echaban una mirada cómplice a esta imagen mariana como solicitando la venia y la protección para el desfile. Una vez en la calle, orgullo y felicidad, como reconocieron varios cofrades, por volver a manifestar su condición católica de manera popular. Estos sentimientos también quedaban reflejados en las caras de los devotos que, además, en algunos casos, en los alrededores de la Casa del Estudiante de la UVA, cogieron sitio con más de una hora de antelación.

Este barrio de San Pedro, la zona del Hospital, Santa Clara e incluso de las Batallas siempre han estado especialmente vinculados con la Cofradía de la Sagrada Cena, sintiéndola como la hermandad del barrio, con especial arraigo en un entorno donde el resto del año también se vive la hermandad cofrade. Una hermandad, no obstante, abierta al resto de cofradías dada la participación de representaciones del resto de penitenciales como del Cristo de la Luz con 17 hermanos o de la Preciosísima Sangre con 9. Así, conforme la procesión iba dirigiéndose a la Catedral se daban cita aún más personas que, en muchos casos, por ejemplo, eran cofrades que a su vez acaban de concluir sus actos como la tradicional bajada de la Virgen de las Angustias desde su camarín o lo propio de Jesús Nazareno en las horas previas de colocar las sagradas imágenes en sus andas.

Y con esta esperanza naciente, la Sagrada Cena celebró en el interior de la Seo Metropolitana un acto penitencial donde la penumbra invitaba a la oración y reconciliación en un estreno de la Semana de Pasión con la participación del coro Pneuma. Muchos cofrades, olor a incienso y a vela, las interpretaciones de la propia banda de esta cofradía así como de la Banda de la Expiración de Salamanca y los sonidos del llamador conformaron los compases de inicio de la Semana Santa de Valladolid, que en 2024 el tiempo marcará días muy diferentes: desde los cerca de 20 grados registrados este viernes al comienzo de la procesión hasta los 11 previstos para el martes y miércoles con mínimas de 2 grados en los dos grandes eventos del Encuentro o del Vía Crucis, respectivamente.

La imagen procesional también aportó esperanza a familiares y amigos de los cofrades difuntos en el emotivo recuerdo que se hizo al regreso desde la Catedral, junto al Monumento del Cofrade de Portugalete, donde se realizó un acto de oración por los hermanos fallecidos. Desde ahí, la procesión, ya con menos público porque muchos se fueron a contemplar el desfile de la Exaltación de la Cruz en Las Delicias, tomó el camino de regreso.

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