Cinco procesiones sustituirán la de La Amargura del Jueves Santo en Valladolid

La decisión, que vino propuesta a finales del año pasado por el obispo auxiliar Luis Argüello, no es más que la confirmación de la acatación y obediencia de las cofradías sobre la profunda reestructuración de la Semana Santa que se ha iniciado desde el Arzobispado.

Este tipo de decisiones se toman en conjunto entre las 20 cofradías. Cada nueva procesión, además de contar con el beneplácito del Arzobispado y tener un sentido litúrgico, después debe pasar el trámite de la votación de las 20 cofradías, que tienen potestad para aprobar o denegar. La misma situación se produce para la inclusión de nuevas tallas o imágenes, o la sustitución de alguna de ellas. Además del visto bueno de la comisión artística y el arzobispado, la votación del pleno de la Junta de Cofradías es soberana.

El pleno se ha celebrado en la noche de este jueves. La información ha sido adelantada por la cadena COPE, y hubo 16 votos a favor, dos en contra y dos nulos. La decisión de eliminar la procesión de la Amargura de Cristo en la tarde del Jueves Santo se denomina técnicamente 'ad experimentum'. Es decir, se aprueba su eliminación y cuenta con un plazo de un año para volver a decidir sobre su idoneidad o no, haciendo la decisión definitiva o revocándola y regresando a la situación anterior.

La anulación de la procesión de la Amargura de Cristo traerá consigo que se creen cinco nuevas procesiones adjudicadas a las cinco cofradías implicadas en la desaparición del desfile. La que ya estaba anunciada y aprobada será la que cierre la noche del Jueves Santo. En ella, la Cofradía de la Oración del Huerto estrenará la procesión de Jesús en Getsemaní, como ya se había anunciado a través de este medio.

El resto de nuevas procesiones afectarán a la cofradía del Descendimiento, que saldrá bajo la denominación de la procesión de la Amargura en el Monte Calvario, mientras que la cofradía de la Santa Cruz Desnuda lo hará bajo el nombre de procesión de Humildad y Penitencia.

Finalmente, la cofradía de Jesús Resucitado realizará la Estación Eucarística en la catedral, mientras que la cofradía de la Exaltación de la Santa Cruz, desde el barrio de Las Delicias, realizará un acto penitencial en el Real Colegio de San Albano o Colegio de los Ingleses. Allí, tras el acto, incorporará a su planta procesional una nueva talla que portarán a hombros, iniciando la nueva procesión de la Exaltación de la Luz de Cristo. Todas las cofradías implicadas realizarán estación de penitencia en la Catedral, mientras que la cofradía de las Lágrimas de San pedro sumará a los actos de la tarde un nuevo acto de penitencia a su paso por la parroquia de San Lorenzo, en la calle del mismo nombre. En definitiva, un auténtico galimatías de recorridos, horarios, tallas, pasos y cofrades que habrá que ver cómo resulta y los conflictos que genera en el año de su estreno. El resto de habituales procesiones de esa tarde se mantienen en el programa, con mismos recorridos y horarios. Hace años que la cofradía de Cristo Despojado decidió abandonar la procesión de La Amargura, cuando eran seis las hermandades que la conformaban.

El pleno de la Junta de Cofradías confirmó los cambios que ya anunció El Norte de Castilla a propuesta del Obispo Luis Argüello. La procesión prevista para el Sábado Santo deberá esperar un año más a su maduración mientras se deciden qué imágenes y cofradías participan, el sentido litúrgico, el recorrido, los actos a realizar y el horario. Serán tres o cuatro cofradías y participarían un Cristo Yacente, la Cruz Desnuda, el Santo Sepulcro y alguna imagen de la Soledad o una Dolorosa, en definitiva, una Virgen en duelo, sin cabida para crucificados u otras advocaciones.

Las dos nuevas procesiones que comenzarán su andadura como definitivas esta próxima Semana Santa, además de la ya citada de la cofradía de la Oración del Huerto y la procesión de Jesús en Getsemaní, serán en la tarde del Sábado de Pasión, con la procesión del Cristo de la Misión de la cofradía de los Artilleros -Ecce Homo-, que el año pasado tuvo un carácter extraordinario.

Dos procesiones más cambian de día, y así constará en el programa oficial aprobado en la noche del pasado jueves, la del Cristo de Medinacelli, que dejará la tarde del Lunes Santo y se celebrará en la tarde del Domingo de Ramos, compartiendo protagonismo y horarios con el traslado del Cristo de los Trabajos de la cofradía de las Siete Palabras, y la de la Sagrada Cena del Miércoles Santo por la tarde (procesión de Perdón y Esperanza), que pasará a celebrarse en la noche del Viernes de Dolores, iniciando los recorridos de los diez días de procesiones de la Semana Santa de Valladolid.

Otro tema en el que la Junta de Cofradías no tiene competencia y que está pendiente de resolver es qué sucederá con la propuesta que hizo Luis Argüello para la mañana del Viernes Santo durante el acto del Sermón de las Siete Palabras. El Obispo vallisoletano tiene grabada a fuego la escena de una Plaza Mayor desierta de cofrades, sillas vacías y público y pueblo fiel agolpado tras las vallas de separación para seguir en sermón. Su sugerencia, y casi exigencia consistiría en que «si las cofradías no acuden y sus cofrades lo hacen de forma minoritaria, hay que abrir esas vallas y permitir a quien sí está interesado en asistir al acto que pueda hacerlo cómodamente». La cofradía de las Siete Palabras debe decidir en las próximas semanas qué hará con ese acto y si se abre a todo el público gratuitamente.