Vecinos de Escarabajosa de Cuéllar se oponen a la instalación de una planta de valorización de residuos
Piden que las instalaciones se ubiquen más lejos del núcleo de la población
mónica rico
Cuéllar
Domingo, 20 de septiembre 2020, 23:05
Varios vecinos del barrio de Escarabajosa de Cuéllar están mostrando su contrariedad al proyecto de puesta en marcha de una planta de tratamiento de residuos cercana a la localidad. En los últimos días han buzoneado una carta y están pidiendo a los vecinos de Cuéllar que se sumen a su protesta, solicitando al alcalde que la infraestructura se ubique más lejos de la población.
Se trata de una planta de tratamiento y valorización de residuos no peligrosos que se sitúa en el término municipal de Cuéllar promovida por la empresa local Marino Rico S.L. Su ubicación, cercana al barrio de Escarabajosa de Cuéllar, se sitúa en dos parcelas del polígono 13, en la carretera SG-V-2231 y cuenta ya con todos los permisos para su puesta en marcha. Allí está previsto el desarrollo de dos actividades: planta de valorización de residuos de construcción y demolición, y clasificación y almacenamiento temporal de residuos no peligrosos de procedencia doméstica e industrial.
Las quejas de los vecinos se dirigen directamente al Ayuntamiento, si bien desde el mismo, el concejal de Medio Ambiente, Tomás Marcos, destacó que lo único que hemos hecho es seguir la legalidad vigente, apuntando que la empresa decidió desarrollar la actividad en dichas parcelas, solicitó todas las licencias y permisos necesarios «y se le han concedido. El Ayuntamiento tiene que hacer el último trámite, que está obligado por ley a realizarlo. En caso contrario, la industria podría denunciar al gobierno municipal».
De hecho, las instalaciones cuentan con todos los permisos ambientales y urbanísticos a nivel regional y local, que se llevan tramitando desde 2017. Hace más de un año se recibió informe positivo de impacto ambiental, que contaba con informes favorables, que solicitaban únicamente medidas protectoras o correctoras. También se incluía un informe desfavorable, en el que se consideraba mejor su ubicación en suelo urbano industrial, en lugar de rústico. Si bien, todas las licencias y permisos se obtuvieron por los cauces habituales.
A pesar de ello, los vecinos de Escarabajosa se dirigen a los cuellaranos informando de que el Ayuntamiento ha concedido licencia ambiental y urbanística «para una planta de tratamiento de residuos». En la hoja que se ha buzoneado y en la que piden la colaboración de los vecinos de la villa, apuntan que en las instalaciones se tratarán 60.000 toneladas anuales de residuos de construcción y demolición y 200 toneladas más cada año de residuos de procedencia doméstica e industrial, tales como papel, cartón, plástico, vidrio, madera o metal. Marcos destacó que esta planta «no es un punto limpio como se quiere dar a entender» y explicó que en ella se tratarán todos los residuos existentes en construcciones como naves o viviendas, donde no sólo hay escombros, sino también cristales, madera o hierro «que se tienen que separar de los residuos como yeso, cemento ladrillos…», un trabajo que se llevará a cabo en la planta de tratamiento. Asimismo, estos últimos residuos de construcción y demolición se tratarán en la planta para convertirse en áridos. Los vecinos que han puesto en marcha las movilizaciones destacan que la planta se sitúa a apenas 500 metros del núcleo de Escarabajosa de Cuéllar y a unos 950 metros del de Cuéllar, por lo que su intención es que el espacio se ubique lejos de la población. Añaden que los empleos generados por las instalaciones «son pocos», mientras que la contaminación y los ruidos «muchos», por lo que se preguntan si es este el tipo de industria que necesita Cuéllar y si son estos los empleos de calidad que necesitan los jóvenes del municipio. También se preguntan si «queremos que Cuéllar sea el basurero de la provincia».
Estas razones y cuestiones son las que aparecen en el escrito que se ha buzoneado por los hogares de Cuéllar. En el mismo se solicita a los vecinos que pidan al alcalde que la planta de residuos se ubique lejos de la población, teniendo en cuenta que los empleos «serán los mismos y el ruido y la contaminación menores». En el reverso de la carta aparece un modelo de instancia que los vecinos pueden rellenar y presentar ante el Consistorio, donde esta pasada semana aún no habían recibido ninguno.
Ante la polémica suscitada, desde el Ayuntamiento, según informó Marcos, han mantenido conversaciones con los propietarios de la planta de tratamiento, quienes «nos han asegurado que la empresa va a llevar a rajatabla todos los controles que les obliga la legislación», y cumplirán las normas que en su proyecto están planteadas.
Asimismo, el edil apuntó que próximamente en la planta se contará con mamparas vegetales circundantes que cubrirán visualmente el interior, y se vigilará que el ruido se encuentre dentro de la legalidad. «Nosotros como Ayuntamiento estaremos vigilantes en cuanto a que todo se cumpla», apuntando que, en caso contrario, se tendrán que poner en marcha las medidas oportunas «como lo hacemos con cualquier otra incidencia».